El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aceleró el camino para la regularización de cientos de miles de migrantes, cuando faltan menos de cinco meses para las elecciones presidenciales, una decisión criticada por su rival republicano Donald Trump.
Concretamente, Biden simplifica el proceso para que los migrantes casados con estadounidenses, además de sus hijos, puedan obtener la famosa green card, sin tener que salir del país para solicitarla.
Las medidas beneficiarán a aquellos que lleven viviendo “en el país al menos 10 años” y si la consiguen podrán optar a un permiso de trabajo y a pedir la ciudadanía.
El Gobierno calcula que unos 500 mil migrantes, además “de unos 50 mil hijos adoptivos de estadounidenses”, podrán acogerse a la nueva normativa.
Además, allanará el camino para la concesión de visas de trabajo a los graduados en centros de educación superior estadounidenses, siempre y cuando “hayan recibido una oferta de trabajo altamente cualificada”.
Esta medida beneficiará a los dreamers, es decir a los migrantes que llegaron de niños a Estados Unidos y están protegidos por un programa federal (DACA), que les permite vivir y trabajar legalmente en el país.
Biden intenta hacer frente a las críticas de los republicanos y de parte de los estadounidenses que, según las encuestas, quieren mano dura contra la migración y para lidiar con el ala izquierdista de los demócratas.
Por su parte, Trump, quien durante su mandato quiso poner fin al DACA, condenó duramente la amnistía y prometió cambiarla si gana los comicios.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, la calificó en cambio de “avance” y de “buena noticia”; al igual que Alicia Bárcena, Secretaria de Relaciones Exteriores, quien celebró el anuncio en X.
Más tarde, en un comunicado la SRE juzgó las medidas como “positivas”, y reafirmó el fortalecimiento de la relación con EU “bajo una política de buena vecindad, respetando las soberanías de los pueblos”.
El Embajador de los Estados Unidos en México, Ken Salazar, valoró la decisión como “histórica y humanitaria”, enfatizando que 320 mil personas de origen mexicano son elegibles.
Finalmente, Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la SRE, resaltó el optimismo sobre las medidas que “benefician a las personas de origen mexicano”.