De Libros, Pianos y un Grillito es el nombre que el cuenta cuentos, Mario Iván Martínez, le dio a la biografía de Francisco Gabilondo Soler Cri Cri, con la cual busca honrar la historia del intérprete pero también hablarle a las infancias actuales, pues considera que su música tiene un mensaje más allá del entretenimiento, que pareciera ser un adelantado a su tiempo.
“En La Negrita Cucurumbé, Cri Cri hace una denuncia, la mujer de ahí quiere ser blanca de manera desesperada y el personaje empático le cuestiona el porqué, sí así como es está bien y es bonita, la invita a aceptarse. En La Patita hace una crítica social, al punto en que llegó a ser prohibido en escuelas, aunque suene absurdo.
“Sí hay hay expresiones en donde se habla de castigo corporal o se le dice Negrito o Chinito a algunas personas y hoy quizá habría que cambiar esos términos, pero él es un hijo de su tiempo y aceptamos que estos puntos están abiertos al debate. Creo que palidecen ante los múltiples aciertos literarios y musicales que tuvo”, contó Martínez a este medio.
UNA HISTORIA DESDE LA INFANCIA
Mario Iván Martínez se dispuso a escribir este texto a partir de anécdotas, documentos y memorias que el propio hijo de Gabilondo le compartió, para recrearlas en De Libros, Pianos y un Grillito, ya a la venta.
“Para datos está Wikipedia, pero yo quise proponer un elemento artístico y para ello hay que echar mano de la creatividad y como cuenta cuentos fui identificando qué elementos capturarían la atención de los niños.
“A la par, identifiqué cosas que no debía dejar pasar, como familiares, amigos, anécdotas, la literatura, la música y mascotas que resultan puntos importantes para que Gabilondo llegara a ser Cri Cri”, detalló.
De tal manera que los lectores podrán echarse un clavado en anécdotas recreadas y que resultan en el génesis de lo que después fueron canciones como El Ropero o La Muñeca Fea, entre otras.
Si bien el libro busca mantenerse ubicado en la infancia de Cri Cri, algunas historias fueron adaptadas a este hecho, mientras otras no pudieron ser tratadas con la libertad de Martínez.
“Por ejemplo, a Agustín Lara no lo conoce en un cine tocando el piano el pequeño Gabilondo, pero Lara sí acompañó películas mudas con su piano en Veracruz, entonces Francisco se iba con su amigo Chucho Castillo a verlo al cine. En realidad lo conoció varios años después en un centro nocturno, entonces hermanó estas dos anécdotas como algo que pudo ocurrir perfectamente. Por el bien del cuento”, compartió.
Pero dejó sin retocar la historia de cuando Soler llegó a los 25 años a la Ciudad a la radio con la intención de hacer boleros y algunas canciones chuscas, “pero le dijeron cuál era su talento, el de atrapar a los niños y abrazó la oportunidad sin desdén de su público y tomó su imaginación, sus anécdotas y sus sueños para componer canciones de lo que pensó que duraría tres meses”.
Para el también actor, es importante hablar de Cri Cri pues considera que en este momento, incluso la lengua española ha sido relegada en generaciones, quienes buscan aprender inglés como parte de una cultura universal.
“Tenía gran respeto por la prosodia, el acento correcto de la palabra y hacía uso de un amplio lenguaje en sus minicuentos hechos canciones, no se limitaba a decir que La Patita fue al mercado, nos contó toda una historia en perfecto español”, finalizó.
De Libros, Pianos y un Grillito ya está disponible en librerías.
Por Alan Hernández