El Señor de las Maravillas se erige como la figura religiosa más venerada por los católicos devotos en la ciudad de Puebla. Ante su altar, ubicado en el templo de Santa Mónica, se congregan fieles en busca de salud, trabajo, protección y la intercesión de milagros que atribuyen a esta imagen sagrada.
Incluso la lluvia que cayó este lunes no fue obstáculo para que cientos de devotos acudieran al templo, mostrando así la intensidad de la devoción que despierta esta figura entre los pobladores.
El Señor de las Maravillas es representado como Jesús postrado ante la cruz, mostrando en su rostro el sufrimiento que refleja las heridas de su martirio. La escultura es conocida por capturar el momento de una de las caídas previas a la pasión y muerte de Cristo, con su semblante marcado por la sangre y el dolor.
El templo de Santa Mónica, hogar de esta venerada imagen, es un edificio de estilo colonial del siglo XVII, ubicado en la intersección de la calle 5 de Mayo y la avenida 18 Oriente – Poniente, en el corazón del Centro Histórico de Puebla. Este lugar no solo es un punto de encuentro espiritual, sino también un testamento vivo de la historia y la fe arraigada en la comunidad poblana.
La devoción por el Señor de las Maravillas trasciende generaciones y sigue siendo un faro de esperanza y consuelo para quienes acuden a él en búsqueda de fortaleza espiritual y solución a sus problemas cotidianos.