La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, inició una crucial gira en autobús por Pensilvania, un estado decisivo en las elecciones presidenciales de noviembre. La demócrata, de 59 años, busca convencer a los votantes de la clase trabajadora, especialmente en las zonas rurales, donde Joe Biden logró una ajustada victoria en 2020.
Harris, junto al gobernador de Minnesota, Tim Walz, y sus parejas, arribaron a Pittsburgh para comenzar la gira, en la que planean destacar su compromiso con la clase media. El viernes, Harris presentó un plan económico enfocado en apoyar a las familias trabajadoras.
Por su parte, Donald Trump, quien también ve en Pensilvania un campo de batalla esencial, regresó el sábado al estado, días después de haber sobrevivido a un intento de asesinato en julio. El expresidente criticó a Harris con dureza, llamándola “loca”, y lanzó una serie de eventos de campaña.
La convención demócrata, que se celebrará esta semana en Chicago, promete ser un evento masivo, con la asistencia de al menos 50 mil personas y un impresionante operativo de seguridad que incluye dos mil 500 policías.