En las próximas horas, se espera la llegada del exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, a su domicilio en el fraccionamiento San Ángel, ubicado en Xilotzingo. Este traslado se realizará luego de que la jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez aprobara un cambio en las medidas cautelares que permitirá al exmandatario cumplir prisión domiciliaria mientras continúa el proceso legal en su contra por el delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho.
Marín Torres, quien ha permanecido recluido en el penal de máxima seguridad del Altiplano en el Estado de México desde enero de 2023, llegará a Puebla con un brazalete electrónico de monitoreo. La decisión de otorgar la prisión domiciliaria se hizo efectiva este lunes, cuando se cumplió el plazo de tres días concedido por la jueza para que la defensa del exgobernador presentara a la empresa encargada de supervisar su ubicación y garantizar el funcionamiento del dispositivo de rastreo.
El exgobernador fue detenido en Acapulco en 2021 y, tras un breve paso por la cárcel de Cancún, fue trasladado al penal del Altiplano. Ahora, a su regreso a Puebla, Marín Torres estará bajo la vigilancia de la Unidad de Supervisión y Medidas Cautelares de la capital poblana, con la prohibición expresa de salir del país. Además, se le ha impuesto una garantía económica de 100 mil pesos, en consonancia con la gravedad de los cargos que enfrenta.
La noticia del regreso de Marín Torres ha generado expectación, ya que marca un nuevo capítulo en un proceso legal que ha captado la atención nacional. La jueza Ortuño Suárez ha subrayado que, con estas medidas, se busca minimizar cualquier riesgo de fuga mientras se asegura el cumplimiento del proceso judicial en curso.