Luego de que se diera a conocer que el exgobernador del estado de Puebla, Mario Marín, acusado de torturar a la periodista Lydia Cacho en 2005, continuará su proceso legal con arraigo domiciliario en Puebla gracias a un amparo, la redacción de 24 horas se dio a la tarea de buscar a diferentes figuras políticas para obtener su postura referente a este caso, sin embargo hasta el cierre de esta edición, no obtuvimos alguna.
La que sí se pronunció al respecto en sus redes sociales fue la abogada laborista, Helena Monzón, quien dijo estar “alucinada” por leer como Javier López, dice que por sus cargos pasados deben dejarlo libre y exhortó a que la injusticia no “campe a sus anchas en todos los casos” y se entienda el impacto que es la liberación de Mario Marin.
Es justo, Helena Monzón quién ha luchado por encontrar justicia para su hermana Cecilia Monzón, abogada y activista hispanomexicana que fue asesinada en mayo de 2022. Desde entonces, su familia ha tenido que atravesar un proceso legal que se ha alargado por más de 2 años gracias al uso excesivo de amparos interpuestos por el presunto autor intelectual, el también exfuncionario, Javier López Zavala.
Liberación de Mario Marín
Fue este sábado 10 de agosto cuando se llevó a cabo una audiencia en la que se resolvió un amparo promovido desde este viernes por parte de los abogados defensores de Marín, para cambiar la medida cautelar de prisión preventiva del exgobernador priista.
Esta medida se dio debido a que el delito de tortura por el que se le investiga no amerita prisión preventiva oficiosa. Además se le determinó una fianza por 100 mil pesos y quedará en libertad bajo la condición de utilizar un brazalete localizador para poder enfrentar su proceso en arraigo domiciliario en Puebla.
Cabe señalar que desde hace tres años, Mario Marín Torres, conocido popularmente como el ‘Gober precioso’, fue detenido en febrero de 2021 para enfrentar cargos por su presunta participación en la tortura de la periodista Lydia Cacho.
En expolítico pasó 3 años recluido en el Cereso de “El Altiplano” o mejor conocido como “Almoloya”, uno de los reclusorios de mayor seguridad en el país.