El eco de una tragedia sin resolver ha resonado durante más de dos décadas en el pequeño municipio de Xicotepec. Hoy, finalmente, un capítulo oscuro de esta historia ha llegado a su fin. El 29 de julio de 2024, Pablo N., quien había permanecido prófugo durante 25 años, fue arrestado por la policía en conexión con un homicidio calificado ocurrido el 15 de diciembre de 1998.
La mañana del fatídico día, la policía municipal de Xicotepec recibió una llamada que describía una escena horrenda en el exterior de una universidad local: el cuerpo sin vida de un hombre, Apolinar N., yacía en el suelo con impactos de bala. La investigación reveló que el asesinato se había producido tras una confrontación verbal en la que Pablo N., molesto por la atención que Apolinar N. prestaba a su novia, disparó fatalmente contra la víctima antes de huir.
Durante semanas, la Procuraduría de Justicia, hoy Fiscalía General del Estado, trabajó para esclarecer el caso, recopilando testimonios y pruebas. El 31 de diciembre de 1998, un juez otorgó una orden de aprehensión contra Pablo N. por homicidio calificado. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de las autoridades, el acusado logró evadir la captura, desapareciendo sin dejar rastro.
La huida de Pablo N. se convirtió en un enigma para la justicia y un doloroso recordatorio para la familia de Apolinar N., quienes esperaron ansiosos que se hiciera justicia. Finalmente, el 29 de julio de 2024, tras una investigación exhaustiva y el despliegue de técnicas avanzadas de localización, agentes investigadores lograron capturar a Pablo N., quien fue puesto a disposición de la autoridad jurisdiccional para enfrentar los cargos que lo acusan.
El arresto de Pablo N. no solo representa un cierre para el caso de Apolinar N., sino también un testimonio de la persistencia de las autoridades y el compromiso con la justicia, incluso frente a los desafíos de una larga búsqueda. La comunidad de Xicotepec, que durante años vivió con el luto de un crimen sin resolver, puede ahora mirar hacia el futuro con la esperanza de que la justicia prevalecerá finalmente.