La primera tarea y quizá la más imperativa para el nuevo director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Víctor Rodríguez Padilla, será ayudar a resolver la deuda que supera los 100 mil millones de dólares, advierten analistas del sector energético.
“La empresa vive momentos difíciles y se requiere urgentemente resolver su situación fiscal, es imperativo, y se tiene que decidir cómo pagar su deuda, que tan sólo los primeros días de septiembre tendrá que solventar 7 mil millones de dólares”, señaló Gonzalo Monroy, experto en energía y director de la consultora GMEC.
Agregó que en diciembre la firma tendrá que pagar otros mil 500 millones de dólares, y esas deudas deben de ser la atención prioritaria.
Afirmó que el nuevo director de Pemex que asumirá el 1 de octubre, es un decano del nacionalismo petrolero con más de tres décadas en el sector, pero hacía falta un perfil más técnico-financiero ante el momento en que se encuentra la empresa.
“Rodríguez Padilla es el decano del nacionalismo petrolero de las últimas tres décadas y un académico con un alto grado de ideología nacionalista, por lo que es un crítico de la apertura a la inversión”, subrayó.
Reconoció que tiene más credenciales que Octavio Romero, que es agrónomo, “vamos a tener a alguien que tenga un poquito más de credenciales, pero de principio no habrá un cambio real ni significativo en los prospectos de Petróleos Mexicanos”.
Destacó que la producción de crudo está por debajo de 1.5 millones de barriles, que equivalen a lo que teníamos en febrero de 1978, “una refinación que no termina de arrancar, una refinería en Dos Bocas que no se entiende, por lo que dejan un modelo quebrado y no se ve que Víctor Rodríguez tenga forma de cambiar sustantivamente el modelo”.
Ramses Pech, especialista en energía, recordó que Pemex tiene una deuda que supera los 100 mil millones de dólares, por lo que debe ser absorbida por la Nación como se hizo en 2015 con los jubilados de la paraestatal y se convierta en una deuda pública.
Resaltó que el nuevo director tendrá la oportunidad de presentar una nueva apuesta para Petróleos Mexicanos que sí funcione, pero no para seis años, “se necesita un plan para 15 o 20 años, de lo contrario todo seguirá igual”.