PUEBLA, Pue. 26 Agosto 2013.- Los alrededores de la iglesia de San Agustín son considerados como zona de riesgo por sismo. //Javier Palacios/Agencia Enfoque//

Pese a los esfuerzos de Protección Civil, los ciudadanos no toman en serio los simulacros

En pleno 2024 la sociedad mexicana no está lista para afrontar un terremoto, ni siquiera para participar en un simulacro, aseguró Fernando Álvarez Bravo, fundador del grupo de los Topos en Ciudad de México.
“No estamos preparados para un sismo como el del 85, no se cumplen con los protocolos, no hay un programa interno de Protección Civil, no se llevan a cabo los simulacros establecidos en la ley, los edificios no están bien construidos, no hemos avanzado”, aseguró.
El rescatista aseveró que en el terremoto del 19 de septiembre de 1985 la gente carecía de experiencia en Protección Civil, sin embargo, 39 años después la gente no toma en serio los simulacros.
“Bajan con el celular, viendo el Whats app, hablando por teléfono y creen que van a estar así en un sismo y la verdad es que ni va a funcionar la red, no los tomamos en serio los simulacros”, argumentó.

Lamentó que la gente entre en pánico cuando escucha la alarma sísmica y afirmó que es resultado de que sólo se hace un simulacro cada 19 de septiembre y no seis al año, como marcan los protocolos.
“Es una labor del gobierno, de la ciudadanía y de las organizaciones no gubernamentales que ayudamos, es una acción tripartita y la gente se la debe tomar en serio, porque va a volver a temblar, eso seguro”, reiteró.
El Topo señaló que es una realidad que volverá a temblar en México, sin embargo, no hay certeza ni de cuándo ni de qué magnitud, por lo que afirmó que el país debe estar preparado para afrontarlo.
“Los sismos son impredecibles, el que coincidieran el del 85 y el del 2017 fue mera casualidad, porque también ese año hubo sismo el 7 de septiembre”, explicó.
Fernando recordó que tras el sismo del 85, varios ciudadanos se agruparon y formaron la Brigada de Rescate Topos Tlaltelolco A.C con la intención de ayudar a la gente, luego de que los rescatistas de aquella época no se dieran abasto.
“No éramos un grupo que nos conocíamos, todo empezó por ayudar en el rescate del sismo del 85; tardamos como 6 meses en cumplir todos los requisitos legales para conformarnos como asociación civil sin fines de lucro”, puntualizó.
El Topo resaltó que ayudar es una de las mejores satisfacciones que ha tenido desde que se conformó la asociación civil.
“Es tratar de dejar un pequeño grano de arena y tratar de hacer un cambio en la cultura”, reconoció.

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