Los responsables de las mortíferas explosiones de beepers en Líbano, que afectaron en buena medida a miembros del Hezbolá el pasado martes, pero también a civiles, “deberán rendir cuentas”, anunció este miércoles el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
“El ataque simultáneo a millas de personas, ya sean civiles o miembros de grupos armados, sin saber quién estaba en posesión de los aparatos atacados, dónde se encontraban o en qué entorno estaban en el momento del ataque, constituye una violación del derecho internacional de los derechos humanos, y en la medida en que es aplicable, del derecho internacional humanitario”, dijo Türk en un comunicado.
La explosión simultánea en distintos puntos de Líbano de estos dispositivos utilizados por Hezbolá provocó 12 muertos y unos 2,800 heridos, según dijo este miércoles el ministro libanés de Salud, Firass Abiad, al ofrecer un saldo actualizado.
Cerca de 300 heridos están en situación “crítica”, y entre los muertos hay un niño y una niña, añadió el ministro. Hezbolá y varios analistas de seguridad apuntaron a Israel como posibles responsables del ataque.
Recordemos que recientemente, “The New York Times” reveló que los beepers que fueron entregados a miembros de este grupo militar habrían sido modificados presuntamente por Israel tras su fabricación en Taiwán, donde les habrían colocado una serie de explosivos.
Por su parte, el grupo taiwanés “Gold Apollo”, empresa responsable de la creación de estos aparatos, aseguró este miércoles que los beepers los fabricó una compañía en Hungría llamada BAC Consulting, con la cual tenía un acuerdo.
“Conforme a un acuerdo de cooperación, autorizamos a BAC a utilizar nuestra marca para la venta de productos en determinadas regiones, pero la concepción y la fabricación de los productos es responsabilidad única de BAC”, indicó Gold Apollo en un comunicado.
(Con Información de AFP)