Trabajar en la Volkswagen es vivir con presiones y con la incertidumbre de cuándo habrá paros laborales que afectarán su economía. El trabajo no es un lujo y tampoco viven llenos de comodidades, como la gente lo cree, señalaron trabajadores con más de 35 años de trayectoria.
“Siempre se ha dicho que los trabajadores de Volkswagen son los que mejor ganan, los que más exigen y los más flojos, pero al contrario hemos dado la vida en el trabajo y somos afectados económicamente, hasta tenemos problemas de salud por el propio trabajo”, resaltaron los trabajadores.
Arturo, quien prefirió omitir su nombre para evitar represalias, resaltó que trabajan bajo presión porque saben que no pueden abandonar su labor ni un segundo, pues ponen en riesgo la producción de las unidades de la Volkswagen.
Esa presión equivale a que no pueden dejar solo su lugar en la línea de producción y por ende no pueden ir al baño sin avisar con antelación, ni despegarse más de 30 minutos para ingerir sus alimentos.
El separarse de su cargo, atrasa la producción de varios vehículos, ya que según señalaron una unidad se produce cada 58 segundos para que al día cierren con 400 carros terminados.
“Un día de trabajo es estar puntual, con tu uniforme y herramienta, si estas en línea debes checar que los materiales estén completos, no hay espacios para ir al baño, si quieres ir tienes que avisar a tu facilitador o a quien este para que te puedan cubrir.
“Es un problema que es cotidiano y lo hemos aceptado como tal, la responsabilidad es muy grande y la afectación es también muy grande”, reconoció.
Compañeros de Arturo, quienes también prefirieron omitir su nombre, señalaron que, tras rechazar la oferta de la empresa, solo están pidiendo lo justo por su labor y que no los engañen con negociaciones a modo, que benefician solo a un grupo de trabajadores.
“Exigimos igualdad y equilibrio en todos los procesos y que se nos reconozca de forma económica. Que se nos apoye por parte de los comités, llegan al poder y se olvidan de los trabajadores, solo buscan beneficios o una pensión acolchonada”, apuntó.