Desde hace seis años, Diana Gómez vive en Berlín, Alemania, lugar al que viajó en busca de aprender el idioma y la pandemia la orilló a modificar sus planes de vida, estableciéndose en un país lejano y con una cultura laboral diferente a la que ella acostumbraba.


“Yo viaje para estudiar alemán. Quería estudiar una maestría, pero para hacerlo primero necesitaba el idioma, encontré vine a estudiar un curso de dos años, pero se atravesó la pandemia y mi rumbo cambió un poco, porque no había algo que me interesara estudiar aquí, entonces opté por buscar un trabajo y lo encontré, en un área diferente a lo que yo hacía en México, pero que al final también me gusta”, cuenta Diana a 24 Horas.


La poblana destacó que una de las cosas que considera que fue un choque fue el respeto a sus derechos laborales, en donde se incluye el horario.


“En México estaba acostumbrada a estar un poco más de tiempo, a dar el extra teniendo un horario de entrada, pero no de salida y aquí eso no estaré, aquí son puntuales con los horarios de entrada y salida, con el respeto a tus días de descanso, si te enfermas de una gripa no tienes que ir al trabajo, respetan tus vacaciones que son un mes, algo a lo que no estaba acostumbrada”, comebta la joven.


Respecto al ámbito laboral, Diana relata que contrario a lo que se piensa, los salarios en Berlín no son altos “aunque siempre te va a alcanzar para cubrir tus necesidades básicas. Yo empecé trabajando en limpieza y mi salario me alcanzaba”.


En cuanto a condiciones de trabajo, Diana cuenta que a diferencia de lo que vivió en Puebla, en Berlín todos los trabajadores cuentan con un seguro médico, “es muy difícil que encuentres a alguien que no tenga un seguro médico, si pasa es porque tal vez esté en una situación migratoria irregular”.

“Algo que me parece muy bueno que tienen aquí es que, no me ha pasado, pero a las personas que se quedan sin empleo, les siguen pagando por seis meses una cantidad proporcional al que recibían en su último trabajo, eso es bueno porque tienes un apoyo”, platica.


Entre las diferencias que encarna en el contexto laboral de su país de origen y en donde radica destaca el tema de salud. “Aquí se respeta tu tiempo, pero también tu estado de salud, en donde trabajo tenemos acceso a dos días al mes en los que podemos no nos presentamos, sólo la condición es ir al médico a revisión y la aseguradora se encarga del justificante ante tu trabajo”, comenta.


COMUNIDAD MEXICANA


“Algo que extraño mucho de Puebla, de México es a la gente, su forma de trabajar que es creativa y no robótica”, menciona entre risas Diana.
Diana es una de las 17,755 personas originarias de México que se han mudado a Alemania. Hoy, ella labora en el aeropuerto y, aunque es algo diferente a su formación académica en México, le ha generado un gran desarrollo personal y profesional.


“Al inicio pensé que éramos pocos, pero en el tiempo que llevo viviendo aquí he visto que la comunidad es grande y que por diversas razones nos hemos quedado en este país”, asegura la poblana.

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