La violencia estética es un ataque contra la diversidad en los cuerpos, tanto de hombres como de mujeres, producto de los paradigmas de belleza impuestos por la sociedad, que pocas veces están apegados a la realidad y los vuelve inalcanzables, definió la psicóloga Verónica Garay
En entrevista para 24 HORAS, la especialista indicó que en la última década, la belleza física ha adquirido más peso entre las personas, más allá de su identidad, es decir, las personas se sienten más atraídas por ser “bonitas físicamente” que por desarrollar otras virtudes internas.
Esto ha sido provocado por la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales, ya que los seres humanos tienen rasgos narcisistas que provocan un deseo radical de contar con belleza corporal.
“Muchas veces los lleva a cuidarse en extremo, al magnificar el valor estético de un cuerpo humano, lo que muchas veces genera frustración porque el ideal es poco realista”, señaló.
Verónica Garay recalcó la importancia de reconocer de dónde proviene este deseo, ya que el concepto de belleza está directamente relacionado con la educación, el aprendizaje y el entorno de una persona.
Muchas personas dimensionan la hermosura con las experiencias vividas, en casa, la familia, la escuela, el trabajo, los amigos o conocidos, es decir, por influencia cultural.
“Todos quieren un cuerpo delgado o piel blanca, tener ojos claros, porque es lo que nos enseñaron desde nuestra infancia, creemos que eso era lo bonito”, aseveró la especialista.
Destacó que, debido a la violencia estética, los individuos pueden desarrollar trastornos emocionales como ansiedad, depresión y baja autoestima, una vez que “se compran el cuento” de que la belleza física tiene un valor fundamental en lugar de las cualidades humanas intrínsecas e indagar en el conocimiento de “uno mismo”.
A pesar de que en redes sociales hay un movimiento por incentivar el “amor propio” entre los jóvenes, la psicóloga señaló que esto apenas es el comienzo de “un despertar de conciencia”, pues la mayoría de individuos está en búsqueda de la perfección, de alguna u otra forma. Como ejemplo colocó a los usuarios de redes que se inventan una realidad, mediante filtros que prohíben revelar su auténtica anatomía.
La psicóloga mencionó que la población más vulnerable ante este tipo de violencia, son las mujeres adolescentes y jóvenes, menores de 25 años, sometidas a encajar en los estereotipos sociales.
Esta “idolatría” por la guapura las lleva a realizarse cirugías plásticas que atentan contra la dignidad de su cuerpo natural. En el mismo sentido, algunas mujeres se someten a dietas que generan desbalances físicos y hormonales, al extremo de desarrollar trastornos alimenticios como la anorexia o bulimia.
En el caso de los hombres, la psicóloga señaló que, aunque en un porcentaje menor, se preocupan por estar musculosos, fuertes y delgados.
“La mayoría de adolescentes no suelen gustarse, siempre están buscando cambiarse, no les gusta desarrollar su personalidad y prefieren quedarse con la envoltura en vez de buscar lo que hay dentro de ellos mismos”, afirmó.
Por último Verónica Garay recomendó “atreverse a conocerse a sí mismos, solamente así es que podrán darse cuenta de lo valioso que hay dentro de ellos o ellas mismas”, abrazar la diversidad de cuerpos y rechazar los estereotipos ya que, “en su belleza auténtica encontrarán su verdadera identidad”, sostuvo.