Más de 100 estudiantes participaron en esta instalación efímera, que mezcla la arquitectura contemporánea y vanguardista con la consciencia social.
México es el país más letal para activistas medioambientales. Un informe publicado por Global Witness en 2022 registró más de 50 asesinatos, lo que colocó al país como el lugar con más altercados contra este grupo a nivel mundial. Para 2023, la cifra fue de 20 asesinatos, 19 desapariciones y 102 lesiones letales.


En un país con un valioso legado natural, honrar la memoria y labor de las y los defensores de la tierra y el territorio es un acto de congruencia y reconocimiento de la realidad que hay que atender urgentemente. Es por ello que el alumnado de primer semestre de las licenciaturas en Arquitectura y en Diseño Gráfico de la IBERO Puebla instaló la ofrenda monumental en honor a estos importantes defensores de la vida en México.


Un grupo de 114 jóvenes de ambas licenciaturas realizó la ofrenda Ecos de Vida, la cual consiste en una instalación de pilares de madera que simulan la onda de audio de la frase “Cada uno murió salvando un poco de este mundo”. Cada pilar también representa a 81 ambientalistas mexicanos asesinados en los últimos 10 años; en la base, se colocaron flores de cempasúchil que simbolizan la vida y naturaleza que defendieron.


“Esta ofrenda, que ocupa un lugar destacado entre las tradiciones de nuestra Comunidad Universitaria, representa un momento entrañable de recuerdo de todas aquellas personas cuya vida reivindicamos con admiración y con amor”, dijo el Mtro. Mario Patrón Sánchez, Rector de la IBERO Puebla en la presentación de esta instalación.


“Les invito a hacer de esta ofrenda una oportunidad para vivir en comunidad el recuerdo, nostalgia, cariño, así como honrar a quienes entregan su vida al servicio de los demás, con la alegría esperanzada de sabernos eternos en el amor”: Mtro. Mario Patrón


Para el titular de la Rectoría, esta ofrenda es un acto de congruencia con la realidad, ya que, “como universidad jesuita tenemos el deber de reivindicar, honrar la vida y las causas de todas aquellas personas que dedicaron su energía a la defensa del territorio, y cuyo legado de lucha por la dignidad de la vida persiste en nuestras mentes y corazones”.


Igualmente, la Dra. Lilia Vélez Iglesias, reconoció la “creatividad, gusto por la carrera, y algo muy importante para nosotros, la consciencia y compromiso social” del estudiantado que participó en la elaboración de esta instalación. Para la directora general Académica, esta participación activa fue muestra del enfoque intercultural, con el que se vincula al estudiantado con la realidad.


“En las universidades confiadas a la Compañía de Jesús, la promoción de la justicia y el cuidado del medioambiente forma parte de nuestra misión, y así lograr que nuestros estudiantes comprendan los elementos estructurales que generan injusticia y que impiden la vida digna de las personas, especialmente de las más desfavorecidas”, explicó.


José Miguel Bret Álvarez, estudiante de primer semestre de Arquitectura, fue el portavoz de sus compañeros y compañeras para compartir detalles de la instalación y planeación de esta ofrenda. Expresó su agradecimiento a todas y todos los que formaron parte de este proyecto, que invita a “la reflexión acerca de la justicia social y la vulnerabilidad de aquellas personas que día a día defienden nuestro territorio”.

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