Una jóven de 27 años que prefirió mantenerse en anonimato, sufrió violencia psicológica y física desde el noviazgo, y más tarde, cuando la relación avanzó, también vivió violencia económica, este es solo uno de los miles de casos de violencia de género que enfrentan el 70% de las mujeres del país.
‘‘Un día llegó todo borracho, rebotando en las paredes, se acostó en el piso a dormir, yo ya le había dicho que tenía que trabajar al otro día. Pero me desperté, lo intenté levantar pero no me lo aguanté y me fui a dormir. Me despertó reclamando a gritos que porque no lo cuidaba’’ relató la víctima.
Su pareja estaba inmerso en el alcoholismo. Ella perdió oportunidades laborales por este tipo de situaciones que se volvieron constantes. Pasaba el tiempo y ella siempre creía en él, en que iba a cambiar pero nunca fue así. Más tarde, se dio cuenta que estaba embarazada y durante su embarazo, la mujer tenía que trabajar para sacar a su hijo adelante.
“Todo lo que ya había construido yo solita, quedó atrás, yo decía: ya perdí un trabajo, estoy embarazada de este hombre que acabo de conocer, ¿cómo se lo voy a decir a mi mamá? Yo quería abortar a mi bebé, pensé que sería lo más fácil”
Él le dio su palabra, le dijo que estaría con ella durante el embarazo, después del parto y en la vida de ella y de su hijo. Finalmente, la joven decidió tener a su bebé, pues nunca estuvo segura de querer interrumpir su embarazo.
El embarazo no fue fácil, ella asegura que a pesar de que anímicamente estaba mal, él la obligaba a trabajar porque le decía que no tenía dinero y que con su sueldo sería imposible pagar un parto.
“Él nunca cambió en realidad, la violencia psicológica nunca paraba, igual que el maltrato emocional y verbal. Embarazada sientes más todo, yo estaba muy deprimida y triste, tanto que tuve una amenazaba de aborto.”
Ella se despertó y al entrar al baño se dio cuenta de que había mucha sangre, estaba con sus abuelos y les dijo: ¿saben que abues? Estoy sangrando mucho.
“Yo estaba llorando desgarrada, ha sido de las cosas más horribles. Yo pensaba que ya no tenía a mi bebé, pensé que se había ido a la taza del baño o que si estaba adentro de mi aun ya no estaba vivo”
Después de una ecografía y algunas pastillas, el doctor pudo escuchar el corazón de su bebé, lo que le aseguró que su hijo se mantenía vivo.
“Después de este susto, yo bloqueé al papá de mi hijo por todos lados y le dije que jamás lo iba a perdonar”
Pero lo perdonó. A los 7 meses y medio de embarazo, él rentó un departamento y se fueron a vivir juntos para formar una familia.
“Para mi era algo bonito, aunque todo el embarazo estuve delicada, me ilusionaba muchísimo que estuviéramos los tres, como iba a estar nuestro hijo y nuestro hogar”
Una noche, ella decidió irse a dormir porque quería descansar, pero él se mantenía insistente en hablar. Minutos más tarde, él tomó su coche y se fue, cuando regresó a su casa, la levantó de la cama con fuerza y comenzó a gritarle.
“Me empezó a gritar que yo era una pendeja, que arruine su vida porque él quería seguir viajando, me corrio de la casa, eran las 3 de la mañana y yo le dije: si me voy, pero no ahorita”
Cuando ella intentó marcarle a su mamá, él le quitó su celular. “Me fui llorando a la cama pero él me agarró con mucha fuerza de los cachetes y me azotó contra el colchón, puso su frente contra mi frente y me comenzó a gritar, ni siquiera recuerdo que me estaba gritando, yo solo recuerdo que pensaba: por favor Dios que no le pase nada a mi hijo, cuida a mi hijo.”
Minutos después, ella logró escribirle a su mamá: “SOS, me pegó, por favor ven por mi”, él se empezó a golpear, fue a la cocina y agarró un cuchillo. Ella asegura que en ese momento su vida, y la de su hijo había terminado.
“Yo dije, aquí quede, van a encontrar mi cuerpo, mi bebé se va a morir conmigo, nos van a encontrar ahí, él se va a fugar y yo no me despedí de mi mamá”
La joven escuchó la voz de su hermano que llegó por ella. En un intento de sacarla del departamento, el hermano terminó golpeado por su ex cuñado, pero finalmente logró sacarla del departamento.
Días más tarde, la mamá de la víctima logró poner una orden de restricción para evitar que él se acercara a ella; ante esto, el agresor huyó del país, no sin antes dejarle un mensaje: “Voy a juntar dinero y te mando lo del parto”, pero nunca volvió.
“Él nunca hizo nada por ver a mi hijo, pagar una consulta médica o preguntar cómo está y así es hasta la fecha, intente denunciar pero él me amenazó y se mantenía amenazando a mi familia”
El sujeto, llegó a amenazar con que tenía amigos influencers y que nadie le iba a creer a ella si alzaba la voz. La mujer asegura que sufrió a manos de quien fue su pareja, violencia física, económica y psicológica.
*Víctimas de violencia pueden sufrir brotes psicóticos”
De acuerdo con la maestra en psicología clínica y salud mental, Guadalupe Isabel Teófilo Álvarez, las mujeres que sufren violencia de género llegan a padecer brotes psicóticos, derivados de un estrés postraumático.
“Los efectos a nivel cerebral en víctimas de violencia de género son pérdidas de realidad como algún brote psicótico, pues ellas están bajo una ansiedad y estrés postraumático muy fuerte, están en un estado de desconocer su identidad” señaló la especialista a 24 Horas Puebla.
Teófilo Álvarez afirmó que las pacientes incluso llegan a tener alucinaciones como “creer que su agresor está cerca” o crisis de pánico y estados paranoides.
Aclaró que en algunos casos, estos brotes pueden ser reversibles, pero en otros, son permanentes como la ansiedad que “desarrolla otros padecimientos de muchas otras índoles como fobias sociales incluso trastornos de conductas alimentarias o trastornos de orden compulsivo”.
En el caso de las víctimas que continuamente regresan con sus agresores, la maestra señaló que son mujeres que tienen algún problema psiquiátrico que desarrollan desde la crianza como el trastorno límite de la personalidad (borderline). En tanto, los agresores tienen tendencia psicológica de psicopatía o sociopatía.
De acuerdo a las estadísticas del INEGI sobre la violencia de género en México, en 2021 a nivel nacional, del total de mujeres de 15 años en adelante, el 70 por ciento ha experimentado al menos un incidente de violencia, siendo la violencia psicológica la que presenta mayor prevalencia con un 51.6%.