La educación en diabetes radica en 7 puntos
Los adolescentes son el grupo más vulnerable y que más retos tiene para enfrentar la diabetes, así lo señaló Martha Paloma Pérez Ríos, educadora en Diabetes Certificada.
Afirmó que mientras los adultos son más receptivos y los niños se adecuan a lo que les orienta sus papás, los adolescentes viven una etapa de cambios, en la que no logran entender porqué tienen que vivir con precauciones, a diferencia de sus amigos.
“Pasan a una etapa retadora por los cambios hormonales y además se suma vivir con diabetes, más implicaciones sociales como el ver que amigos que viven normal, y ellos deben medir la comida, usar insulina, no beber alcohol, es una época compleja”, señaló.
Pérez Ríos reconoció que falta una comunidad entre jóvenes con la que puedan compartir su forma de vida, tips, descuentos en medicamentos, entre otros.
La educadora en diabetes destacó que hay mucha información errónea alrededor de la diabetes, por lo que su labor es abrir un canal de comunicación con los pacientes y sus familiares para que no solo mejore su alimentación, sino su vida en general.
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“Es muy difícil de procesar para el paciente, en automático se imagina con situaciones que van a modificar su vida y su entorno es una noticia que no es fácil de asimilar y conlleva un estado depresivo”, puntualizó.
Detalló que la educación en diabetes consiste en 7 elementos para que se familiaricen con el autocuidado.
Uno de ellos es conocer la alimentación y el tipo de alimentos, otro el monitoreo de glucosa y los equipos que pueden usar para hacerlo.
Además de apoyarlos a conocer las situaciones que vive un diabético para que sepan cómo resolver problemas, que va de la mano con la reducción de riesgos, lo que implica un monitoreo periódico de la salud.
Otro de los puntos es el ejercicio, así como, adaptarse a vivir con diabetes y conocer sus medicamentos y las implicaciones de cada uno de ellos.
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“Siempre les digo la diabetes no es una enfermedad buena ni mala, hay pacientes que se cuidan y quienes no lo hacen, si yo cuido mi alimentación hago ejercicio, la enfermedad es muy noble conmigo, yo no me monitoreo no me hago revisión médica.
Roberto es un paciente diabético, a quien le detectaron la enfermedad hace más de 10 años, cuando tenía cerca de 20 años.
Afirmó que saber que tenía diabetes no le impactó, pero sí se protegió para evitar los señalamientos de la gente.
“Te da pena decir lo que tienes a edad temprana, más por la gente lo toma, porque te cuestionan y señalan, pero no saben el trasfondo de la enfermedad. Batallas más con el qué dirán y qué va a decir la gente que con la propia enfermedad”, reconoció.
Resaltó que solo comparte información de su enfermedad a la gente más cercana y a alguna persona de su trabajo para que en caso de tener una crisis, lo puedan apoyar médicamente.