En una emotiva homilía celebrada este domingo, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, condenó la violencia que azota al país y pidió por la paz en México, al tiempo que lamentó el asesinato de dos oficiales de policía en Atlixco, Puebla, quienes perdieron la vida el pasado lunes en un ataque armado.
Durante la misa dominical en la Catedral de Puebla, el prelado recordó con profundo dolor a los oficiales Guadalupe Reyes y Armando Meléndez, quienes, según los informes oficiales, fueron emboscados y asesinados por hombres armados cuando resguardaban el Complejo Médico Gonzalo Río Arronte, en Atlixco. Los dos policías fueron sorprendidos mientras custodiaban el exterior del hospital, lugar donde los agresores los acribillaron antes de ingresar al nosocomio para ejecutar a un hombre identificado como Juan Carlos H., conocido como ‘El Salchicha’, presunto líder de un grupo criminal.
“Recuerda, Señor, a nuestros hermanos difuntos”, expresó Sánchez Espinosa durante su homilía, refiriéndose a los oficiales caídos. “Te pedimos por los policías asesinados en Atlixco, la oficial Guadalupe Reyes y el oficial Armando Meléndez”, agregó, mientras la congregación escuchaba en silencio.
El arzobispo aprovechó la ocasión para hacer un llamado a la paz en todo el país, subrayando que la situación de violencia parece haber alcanzado niveles “incontrolables”. En sus palabras, hizo referencia a los recientes hechos violentos que han sacudido diferentes estados, desde Guerrero hasta Querétaro. “Parece ser que la violencia está incontrolable, lo mismo en Guerrero, Querétaro, masacres, tristemente esa es nuestra situación en México”, señaló, haciendo un diagnóstico sombrío de la realidad que viven muchos mexicanos.
En su mensaje, Sánchez Espinosa pidió a la comunidad católica unirse en oración para que la paz prevalezca en las familias, los estados y en la nación entera. “Pidamos a Dios nuestro Señor que nos dé la paz, que reine la paz en nuestras familias, en nuestros estados, en nuestra nación, roguemos al Señor”, subrayó, visibilizando la creciente preocupación por la inseguridad en todo el territorio mexicano.
El arzobispo también se refirió a la masacre ocurrida la noche del sábado en Querétaro, cuando un grupo armado irrumpió en un bar, dejando un saldo de 10 muertos y siete heridos. El ataque ha generado una ola de indignación y consternación en la sociedad mexicana, que exige respuestas y una estrategia más eficaz para combatir la violencia.
La violencia en México ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos años, con un repunte de ataques contra las fuerzas del orden, como el que acabó con la vida de los policías en Atlixco. Este hecho es solo uno más de los muchos casos de violencia que han sacudido al país, donde el crimen organizado sigue siendo un desafío de magnitudes descomunales.
En su homilía, el arzobispo de Puebla no solo lamentó las muertes de los policías, sino que también expresó su dolor y solidaridad con todas las víctimas de la violencia que ha cobrado la vida de miles de mexicanos en los últimos años. “Que la paz de Cristo, que es más fuerte que la violencia, se derrame sobre nosotros y sobre todo nuestro país”, concluyó Sánchez Espinosa, alzando una plegaria por la reconciliación y el fin de la violencia.