El pasado 19 de noviembre, un joven agredió a cuatro personas en la estación del Metro Tacubaya, lo que generó preocupación en la sociedad mexicana. El Episcopado Mexicano (CEM) se pronunció sobre el incidente, subrayando la importancia de reforzar la seguridad en el transporte público, pero también advirtió sobre una crisis más profunda: la desatención de la salud mental. Este suceso refleja una problemática de largo plazo, que afecta a muchas personas en el país.
El Episcopado citó un informe que indica que solo el 2% del presupuesto nacional se destina a la atención de salud mental y adicciones. De este porcentaje, el 80% se enfoca en gastos operativos de hospitales psiquiátricos, dejando una mínima inversión en la prevención y tratamiento de trastornos mentales. Este déficit ha sido una preocupación constante, especialmente en un contexto donde la crisis de salud mental se ha agravado, según expertos.
También te puede interesar: Derrama económica y turistas generan congresos y convenciones en la ciudad de Puebla
La cita del CEM hace referencia al Programa de Atención Específica de Salud Mental y Adicciones 2020-2024, que fue presentado en abril de 2020. En este documento, la administración anterior de Andrés Manuel López Obrador ya señalaba los riesgos de la falta de inversión en salud mental. En el presupuesto de 2024, se aprobó un incremento del 7.3% en comparación con el año anterior, alcanzando los 3 mil 819 millones de pesos, aunque expertos aún consideran que el presupuesto sigue siendo insuficiente.
El agresor, identificado como Jimmy Arnulfo N., fue detenido después de apuñalar a sus víctimas y arrojarse a las vías del tren. Actualmente, se encuentra en proceso judicial por intento de homicidio. Este incidente pone de relieve la necesidad urgente de revisar las políticas de salud mental y aumentar el apoyo institucional en México. Sin un enfoque adecuado, los problemas de salud mental seguirán afectando la seguridad y bienestar de la población.