Estados Unidos y México anunciaron este sábado que se firmó un acuerdo para prevenir la escasez de agua en estados del sur estadounidense, con entregas más regulares de agua fluvial mexicana.

El acuerdo, logrado tras 18 meses de negociaciones, se produce en medio de una creciente escasez de agua en ambos lados de la frontera del Río Bravo, según la comisión de fronteras y aguas de los dos países.

Estados Unidos realiza consultas con México, para garantizar el suministro de agua fluvial lo antes posible en la actual temporada de lluvia, dice parte del comunicado.

“Los últimos 30 años de gestión de los recursos hídricos de la cuenca del Río Grande han producido un amplio consenso sobre un statu quo inaceptable”, dijo Maria-Elena Giner, representante estadounidense de la Comisión de Límites y Aguas.

Bajo un tratado de 1944, México suministra a Estados Unidos agua del Río Grande en ciclos de cinco años. A cambio, su vecino del norte provee a México de agua que viene del río Colorado.

Este nuevo acuerdo provee a México con “herramientas y flexibilidad” para suministrar agua antes en el ciclo de cinco años. Lo anterior, para reducir o prevenir la escasez, según el texto.

El tratado que ha estado vigente por décadas ha producido fricciones diplomáticas por demoras en las entregas, así como protestas de agricultores mexicanos preocupados por el impacto de la sequía en sus campos.

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