La fiscalía de Venezuela solicitó a Interpol la emisión de una alerta roja internacional contra el opositor Edmundo González Urrutia, quien se autoproclama presidente electo de Venezuela tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Esta solicitud fue confirmada por el fiscal general del país, Tarek William Saab, lo cual generó una nueva escalada en la tensión política venezolana.
Según el documento emitido por la fiscalía, González Urrutia es acusado de “usurpación de funciones”, “forjamiento de documento público”, “instigación a la desobediencia de las leyes” y “asociación”, entre otros cargos.
Estos mismos delitos fueron las razones detrás de una orden de captura nacional que forzó al opositor a exiliarse en España el 8 de septiembre. El líder opositor ha rechazado las acusaciones y considera que este nuevo ataque es un intento de silenciar su lucha por un cambio de gobierno.
A través de sus redes sociales, González Urrutia calificó la solicitud como un “sistemático ataque” en su contra, dirigido a frenar su activismo y su trabajo en el exterior, donde buscó internacionalizar la crisis política de Venezuela.
En un mensaje publicado en X, el opositor reiteró su convicción de que la voluntad del pueblo venezolano será respetada y que su retorno al país para asumir la presidencia está previsto para el 10 de enero.
Mientras tanto, María Corina Machado, otra de las principales figuras de la oposición, también enfrenta una investigación por supuestos delitos relacionados con el fraude electoral, acusaciones que se remontan a las actas de votación que su equipo difundió en su sitio web como evidencia de su victoria.
Machado, quien pasó a la clandestinidad tras denunciar el fraude, destacó que las próximas acciones internacionales sobre Venezuela deben ser lideradas por el nuevo gobierno de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, quien ya expresó su apoyo a la causa democrática venezolana.
El rechazo a los resultados de las elecciones del 28 de julio es un tema común entre los líderes opositores. Según González Urrutia, más del 83.5% de las actas de escrutinio oficiales certifican su victoria.
A pesar de los intentos del gobierno del autócrata Nicolás Maduro por consolidar su tercer mandato (2025-2031), el clima de desconfianza y las denuncias de fraude persisten a más de tres meses de las elecciones en Venezuela.