En medio de una contienda polarizada entre Donald Trump y Kamala Harris, Jill Stein, la candidata del Partido Verde, emerge como un factor incómodo en los estados clave, a pesar de contar con solo un 1% de apoyo en las encuestas. 

Su presencia en las boletas de lugares como Pensilvania, Michigan y Wisconsin podría influir en el resultado final, donde la diferencia entre los candidatos principales es mínima. En 2016, la progresista obtuvo en esos estados más votos que la ventaja con la que el magnate ganó a Clinton, lo que algunos demócratas ven como un precedente de alto riesgo.

La exmédica y eterna candidata, crítica del establishment, ganó simpatía entre sectores descontentos con el respaldo demócrata a Israel en la guerra en Gaza. Un estudio del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses revela que Stein supera a la demócrata en las preferencias de votantes árabes-musulmanes en Michigan y Wisconsin, quienes desaprueban el apoyo militar a Israel.

Este mensaje antimilitarista también atrae a otros sectores, incluidos jóvenes progresistas que desaprueban tanto la política exterior como la falta de avances en derechos civiles bajo la administración Biden. Aunque la candidata se opone abiertamente a los republicanos, sus ataques parecen dirigirse más intensamente contra la vicepresidenta, a quien acusa de estar “al servicio de Wall Street”.

El Partido Demócrata no se quedó de brazos cruzados. Desde hace unos días, un spot televisivo advierte en Pensilvania, Wisconsin y Michigan que “un voto por Stein es un voto por Trump”. La estrategia busca evitar que se repita el “robo” de votos a los demócratas en 2016.

Aún sin posibilidades de victoria, el respaldo a la progresista representa un llamado de atención para los demócratas. Activistas y votantes jóvenes, decepcionados con la administración de Biden en temas como cambio climático y derechos civiles, ven en la exmédica una alternativa. 

A sólo cuatro días de las elecciones y con la historia reciente como advertencia, el Partido Verde podría nuevamente ser el “factor de desequilibrio” que tanto temen los demócratas.

Schwarzenegger va contra Trump

Arnold Schwarzenegger, exgobernador republicano de California, respaldó a la vicepresidenta Kamala Harris y arremetió contra Donald Trump por sus intentos de anular las elecciones de 2020, considerándolos actos antipatrióticos.

En un comunicado en redes, Schwarzenegger expresó su frustración con la política actual, al afirmar que no se identifica con ninguno de los dos partidos. Criticó las políticas económicas republicanas y advirtió sobre el impacto negativo de las propuestas demócratas.

El actor argumentó que “rechazar los resultados de unas elecciones es de lo más antiestadounidense que hay” y subrayó su desdén hacia la descalificación de las voces disidentes por parte de Trump. / 24 HORAS

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