El impacto social y cultural que ha traído la globalización son incontables y frente a estos rasgos del mundo moderno, las tradiciones en pueblos se pierden y los esfuerzos por mantenerse en un rincón de la sierra de Oaxaca son narrados en Lachatao.
“Yo vivo en la Ciudad de México y una vecina mía, originaria de la comunidad de Lachatao se enteró que hago documentales y me pidió ir a la comunidad a hacer un documental sobre el proyecto escolar que desarrollan ahí”, contó en entrevista con este medio, Natalia Bruschtein.
Pero rápidamente la intención de enfocarse en ese proyecto dio un giro y todo se volcó a la comunidad en sí y en sus dinámicas sociales.
“Uno llega con ciertos prejuicios que se derrumbaron cuando me topé con una comunidad que lo que está buscando justamente es que no exista una migración; aquí se daba principalmente por la falta de educación que era el problema que se trataba de atajar en primera instancia”, contó.
Y agregó que varios de los habitantes del pueblo habían sido migrantes y buscan enseñar a sus hijos que tienen lo elemental para vivir: “Ahí reflexioné cómo a raíz de la migración se pierden costumbres e identidad y lo que el pueblo que ahora es de 200 habitantes quiere, es sobrevivir como una cultura.
“Nos han vendido las necesidades de autos último modelo, de grandes tecnologías digitales y consumo de entretenimiento, pero lo esencial para vivir lo proveé la naturaleza y las costumbres que nos vuelven un pueblo con identidad, las generamos nosotros mismos y es importante rescatarlas”, aseguró la cineasta.
Asimismo relató que la gente ha reflexionado la idea de calidad de vida muy lejos del fetichismo de lo material.
“Una de las personas de ahí vivió en Estados Unidos y me contó que en ese tiempo tuvo muchas comodidades pero también piensa en que no las podía disfrutar porque trabajaba todo el tiempo.
“Por el contrario en su pueblo dice que tiene las comodidades como una casa propia, el saber que se consume lo que ellos mismos producen y la más importante, la de pasar tiempo con su familia y criar a su hija. Y entonces me pregunto por qué la calidad de vida, los citadinos la basamos en lo material y en definitiva creo que es una idea que nos han vendido”, destacó la cineasta.
Lachatao aún sigue su camino por diferentes circuitos, su estreno fue en el Festival de Cine de Guadalajara, pero no todos en el pueblo han podido verlo aún: “Fueron dos niñas que aparecen y me contaron que se sentía raro verse ahí, los vecinos que me invitaron también la vieron y les gustó; me dijeron que sienten que hay respeto.
“La idea es llegar de forma comercial en el 2025, pero antes de eso pienso darme un tiempo para llevarle a la gente del pueblo una proyección”, finalizó..