Ludopatía. Aunque reconoce que sus triunfos se deben a la suerte, Javier considera que no hay tratamiento
Desde hace 10 años la magia de los casinos atrajo a Javier, quien se reconoce como ludópata y, aunque ha ganado miles de pesos, también ha perdido dinero, trabajo y familia por su adicción al juego.
Aunque ha tocado fondo varias veces, ninguna ha sido suficiente para dejar de apostar, aunque reconoce que el riesgo mayor es que algún integrante de su familia pierda la vida por culpa del juego.
“Hay días en los que tocas fondo, pero después pasa, lo haces muchas veces, pero no lo suficiente”, contó a 24 HORAS el joven, quien prefirió omitir sus apellidos.
Javier comenzó en las apuestas deportivas desde los 18 años y posteriormente pasó a los juegos de azar y en casinos. En una década ha ganado hasta 900 mil pesos apostando mil.
Aunque reconoce que sus triunfos se deben a un poco de suerte y la estrategia, considera que no hay tratamiento que lo ayude, únicamente es decisión personal.
“Intenté internarme varias veces, pero es como las drogas, es cuestión que quieras, si no vas a seguir cayendo muchas veces. Pero hoy en día, ves publicidad de casinos, es difícil zafarse”, reconoció.
Javier aceptó que la ludopatía es un gran vicio, la antesala de otros como las drogas y el alcohol, aunque él no se ha sumergido en ellas.
“Yo estoy consciente que puedo ser un ludópata y uno que tiende a mentir. Es el vicio más caro que hay, más que las drogas, más que las mujeres porque, aunque no te haces daño a ti mismo, dañas a terceros. Ahí englobas todos los vicios”, admitió.
Afirmó que hay diferentes tipos de ludópatas, pero a él solo le gusta multiplicar su dinero.
“Yo lo soy por querer generar dinero o dobletearlo en cinco minutos. Si yo tengo dinero y no quiero ir, no voy. Para mí no es necesidad, para mí es distracción, salir de la burbuja donde estoy”, aceptó.
ATENTADOS, INFARTOS Y SUICIDIOS
En Puebla se han registrado suicidios, muertes por infarto y hasta atentados ante el estrés que experimentan los jugadores ante la posibilidad de perder dinero o contraer deudas.
“El casino está ideado para que les paguen el .3 o .4 por ciento del total de las ganancias y la gente tiene la esperanza de que va a ganar. Se enferman tanto que no quieren gastar un peso en otro lado para apostarlo y por eso se han dado muchas muertes por derrames cerebrales, suicidios, infartos y hasta atentados directos”, relató Marcela, una trabajadora de casinos que prefirió guardar el anonimato.
En México no existen estadísticas oficiales de esta enfermedad, sin embargo, el Centro de Atención de Ludopatía y Crecimiento Integral señala que existen cerca de 4 millones de personas que la padecen.
En la entidad hay unidades gubernamentales para la atención a ludópatas en el municipio de Tehuacán y la ciudad de Puebla. En la capital del estado también hay clínicas particulares para atender la problemática.
PREDISPOSICIÓN A LAS APUESTAS
Para Guadalupe Isabel Teófilo Álvarez, maestra en Psicología Clínica y Salud Mental, en algunos ludópatas existe una predisposición genética al juego, mientras que otros lo adquieren por la educación que reciben desde niños.
La especialista comentó que es un trastorno incurable, progresivo e igual de mortal que cualquier adicción que, si no se trata a tiempo, incrementan los síntomas.
“Mucho ludópata llega a consumir drogas, lo ven como un viaje en el que ellos pueden tener más habilidad del juego. En esta parte del trastorno hay pérdida de familia, se vuelven mitómanos, se involucran en fraudes, mienten y hasta roban”, explicó.
La tecnología también abona a que las personas, desde cualquier lugar, puedan involucrarse en los juegos digitales, que son igual de aditivos que los de un casino, advirtió Teófilo Álvarez.