Partidarios de Evo Morales tomaron este viernes un cuartel y retuvieron al menos a 20 militares en la región cocalera del Chapare, en el marco de las protestas que llevan a cabo desde hace 19 días en apoyo al expresidente indígena boliviano, investigado por la justicia.

En un comunicado, las Fuerzas Armadas dijeron que “grupos armados irregulares” tomaron la unidad, “con el secuestro de personal militar, armamento y munición”.

Una fuente de Defensa, que exigió la reserva, precisó que hay “una veintena” de retenidos entre oficiales y soldados.

En un video difundido por la prensa boliviana, se ve a 16 militares rodeados de campesinos que blanden palos con la punta afilada.

“El Regimiento Cacique Maraza ha sido tomado por las centrales del Tipnis. Nos han cortado el agua, la luz, nos han tomado como rehenes”, se le escucha decir a un uniformado.

A los Tipnis se les conoce como los territorios indígenas del Chapare, en el departamento de Cochabamba, donde Evo Morales tiene su mayor base política.

Ahí mismo el líder cocalero de 65 años permanece resguardado – según su partido – ante una probable orden de aprehensión de la fiscalía por el presunto abuso de una menor en 2015, cuando era presidente.

Morales rechaza la acusación como una “mentira más” orquestada por el gobierno de su exministro Luis Arce.

Militares apoyan despeje

Los seguidores del expresidente han bloqueado carreteras en alrededor de 20 puntos del centro de Bolivia, principalmente de Cochabamba, en rechazo a lo que consideran “una persecución judicial”.

Sin embargo, ahora volcaron la protesta contra el presidente Arce y exigen su renuncia porque lo culpan de la crisis derivada de la falta de dólares que ha restringido las importaciones de combustible que Bolivia vende a precio subsidiado.

Ambos líderes se disputan el control de la izquierda oficialista y la nominación presidencial para los comicios de 2025.

Después de 19 días de protesta y enfrentamientos -que dejan 70 heridos, la gran mayoría policías-, el gobierno de Arce envió este viernes a  los militares para que apoyen a la policía en el despeje de las carreteras.

El ministro de Gobierno (Interior), Eduardo Del Castillo, informó en X que la nueva disposición se enmarca en el plan “Recuperando la Patria”.

“Hasta el momento el avance de las tropas es constante y tiene buenos resultados. La Policía Boliviana no claudicará en su esfuerzo por restablecer el orden y la paz en nuestro país”.

La tensión se elevó aún más después del pasado fin de semana, cuando Morales denunció que agentes del Estado intentaron a matarlo a balazos en el Chapare, versión que el gobierno desmintió.

El miércoles el presidente Arce exigió a los manifestantes el desbloqueo “inmediato” de las vías, bajo la amenaza velada de enviar a las fuerzas armadas a los puntos de protesta o incluso de declarar el estado de excepción.

Ante el movimiento de las tropas, el expresidente Morales hizo pública una carta a su exministro y hoy mayor adversario político.

“De dar la orden de intervención policial y militar, será usted quien cargue con la responsabilidad de dividir y herir a Bolivia de forma irremediable y sin retorno”, señala la misiva.

Hoy en su gobierno -continuó Morales en su carta- “los indios parecen valer menos que la bala que los mata. ¿Qué o quién lo convenció de seguir este camino tan oscuro?”.

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