Este sábado, Kosovo acusó a Serbia de orquestar un ataque terrorista contra un canal de agua crítico. El ataque afectó el canal Ibar-Lepenac, que suministra agua a las centrales térmicas del norte de Kosovo. Kosovo calificó el acto de sabotaje como un atentado dirigido a su infraestructura vital.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos condenó de inmediato el ataque, reafirmando su apoyo a Kosovo en la investigación. El portavoz Matthew Miller aseguró que EE. UU. respaldará los esfuerzos para identificar y castigar a los responsables del ataque.
El gobierno de Kosovo detuvo a varios sospechosos implicados en el atentado contra el canal Ibar-Lepenac. Esta acción dejó claro el conflicto entre ambos países, ya que Kosovo culpó a Serbia por orquestar el sabotaje el pasado viernes. Sin embargo, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, negó las acusaciones, calificándolas como irresponsables y sin fundamento.
Kosovo y Serbia han tenido una relación tensa desde que Kosovo declaró su independencia en 2008. Este ataque ha agravado aún más las tensiones en la región, ya que ambos países se enfrentan a desacuerdos políticos y territoriales.
Estados Unidos ha mostrado una postura firme en apoyo a Kosovo, condenando el ataque y reafirmando su compromiso con la paz en los Balcanes. La comunidad internacional espera que se tomen acciones para resolver el conflicto.
La situación sigue en desarrollo, y el gobierno de Kosovo continúa investigando el ataque a su infraestructura vital.