Estados Unidos ha registrado una cifra alarmante en 2024: 83 tiroteos en escuelas, el número más alto hasta la fecha. Este aumento en los incidentes refleja no solo una creciente violencia armada, sino también las fisuras sociales derivadas de la polarización en el país.

Esta realidad se observa también en México, donde se recuerda el impacto del flujo de armas desde Estados Unidos, y cómo contribuye a la violencia al sur de la frontera.

El caso reciente de Wisconsin: En un trágico tiroteo ocurrido en una escuela cristiana en Wisconsin, tres personas perdieron la vida, incluida la atacante, Natalie Rupnow, de 15 años. Este incidente tuvo lugar cerca de la fecha de la masacre de Sandy Hook de 2012, donde murieron 26 personas.

Datos desgarradores: De acuerdo con CNN, de los 83 tiroteos registrados en 2024, 56 ocurrieron en escuelas básicas y secundarias, mientras que 27 fueron en universidades. Este balance deja 38 muertos y 115 heridos, con una clara tendencia creciente en los tiroteos escolares desde 2021. Aunque en 2020, debido a la pandemia, los tiroteos fueron menores, el panorama ha empeorado desde entonces.

Además, el Gun Violence Archive (GVA) reportó 488 tiroteos masivos en 2024, con 16 mil muertes hasta la fecha, incluyendo 236 niños. Esta cifra pone de manifiesto la vulnerabilidad de los inocentes.

El efecto Columbine y su legado: La tragedia de Columbine en 1999, en Colorado, marcó un antes y un después, dando origen al término "efecto Columbine", que hace referencia a los atacantes que se inspiran en ese tiroteo. Desde entonces, se implementaron medidas reactivas como cámaras y detectores de metales en más de 30,000 centros educativos, pero estos esfuerzos no han sido suficientes para frenar el aumento de ataques.

Proliferación de armas y polarización: Con 120 armas de fuego por cada 100 habitantes, Estados Unidos lidera la lista de países con más armas, un dato que refleja la división social. El debate sobre el control de armas está polarizado. El presidente Joe Biden ha instado a leyes más estrictas, mientras que el expresidente Donald Trump defiende la Segunda Enmienda, argumentando que la existencia del mal no justifica desarmar a los ciudadanos.

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