De acuerdo con el Atlas de Homicidios 2023 de la organización México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), 1,533 municipios de los 2,474 existentes en México, experimentaron al menos un homicidio durante el año pasado. Los municipios más afectados fueron Tijuana, Juárez, León, Acapulco y Celaya, que en conjunto acumularon el 18% de todos los homicidios en el país.

Desde 2018, las entidades con mayor número de víctimas de homicidio han sido Guanajuato, Baja California y Chihuahua, lo que señala la necesidad urgente de abordar este fenómeno de violencia letal. Según Lisa Sánchez, directora de MUCD, el perfil de las víctimas es principalmente hombres jóvenes con baja escolaridad, escasa ocupación formal y bajos ingresos.

En las zonas fronterizas como Baja California, las víctimas son cinco años más jóvenes que el promedio nacional, mientras que en el Bajío, como Guanajuato, la violencia afecta a personas con ocupaciones formales. Sánchez destaca que esto indica la importancia de tener en cuenta los matices regionales al diseñar políticas públicas locales para reducir los homicidios.

La magnitud de la violencia en México sigue siendo grave y constituye un reto prioritario para el nuevo sexenio. Para combatirla, Sánchez opina que la estrategia de seguridad debe implementarse con un enfoque civil, participación ciudadana y respeto a los derechos humanos, ya que el apoyo predominante de las fuerzas militares podría no generar los resultados esperados.

El análisis también señala que las políticas de seguridad deben abandonar enfoques obsoletos que vinculaban homicidios con rivalidades delincuenciales, como se observó en los últimos años.

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