La escritora Marina Azahua presenta su nueva novela Archivo agonía, un viaje a través de las cartas que R. envía a Gabriel Fonseca, tras la muerte de Edith, esposa de este último. A través de estas misivas, R. busca publicar un archivo de fotografías de muertes históricas, mientras narra un proceso de duelo y recuerdos. La autora utiliza el género epistolar para ofrecer una narrativa íntima y profunda sobre la memoria, el olvido y el amor en medio de la agonía.
La estructura de las cartas y el concepto de memoria
En una entrevista, Azahua explica cómo la estructura de su novela, basada en cartas, permite explorar el tema de la memoria a través de una espiral de interpretaciones. La autora, que también es historiadora y antropóloga, reflexiona sobre cómo los archivos y recuerdos se construyen, se reinterpretan y se pierden con el tiempo, destacando cómo el archivo de Edith se convierte en un símbolo de memoria, mientras que las cartas de R. permiten una nueva mirada sobre esos registros.
El diseño de la portada y el juego con la muerte
La portada del libro, en coral y turquesa, tiene una relación simbólica con la muerte, a través de los colores asociados con las tumbas prehispánicas. Azahua comenta que, a pesar de ser un libro sobre la muerte, la portada busca evitar un enfoque lúgubre y resaltar la luminosidad de la vida y el amor, que también son protagonistas en la obra. Esta elección refleja su visión de que el diseño de un libro no solo es decorativo, sino una postura política que transmite información a través de sus formas y colores.
El cortejo y la vulnerabilidad en la escritura
Marina Azahua también aborda la vulnerabilidad del escritor en el acto de “cortejar” al público a través de su obra. En su novela, la palabra “cortejo” se convierte en una metáfora de la relación del escritor con el lector, un acto de fe en lo que se crea y la esperanza de que tendrá un valor para alguien más. Esta reflexión subraya el carácter personal y profundo de su escritura, que invita a la intimidad sin forzarla.