La idealización derivada del marketing navideño y de año nuevo, genera en ciertas personas sentimientos de melancolía, tristeza, apatía, resignación o frustración, confirmó la maestra en psicología, Guadalupe Isabel Teófilo Álvarez.
“En esta temporada se habla de la unidad, de la familia, del amor, la convivencia y todo esto tiene un peso emocional y social, influye mucho en el ser humano. Hay personas que por muchas razones no se sienten de la misma manera”, señaló Teófilo Álvarez en entrevista para 24 HORAS.
La psicóloga recalcó que las fiestas decembrinas traen consigo recuerdos de los familiares que ya no están, eventos traumáticos o simplemente salen a relucir las relaciones no trabajadas con otros miembros de la familia, lo que genera desánimo y descontento en la persona.
Teófilo Álvarez recalcó que estos sentimientos surgen a raíz del peso social que se le otorga a las reuniones sociales, así como la compra de mercancías.
“Socialmente hay una demanda sobre cómo es que debes de pasar estas fechas, que debes de dar ciertos regalos, que debes estar muy feliz, que debes estar en paz con toda tu familia, aunque exista la violencia, y muchas veces los escenarios no se prestan para eso, lo que genera mucha frustración”, subrayó.
Teófilo Álvarez aseguró que si las fiestas dejan de ser idealizadas, las personas dejarán de pensar en el suicidio como una opción para terminar con el sufirimiento que representa no alcanzar el ideal de celebración y recreación.
‘‘Abrazar lo mejor que tenemos, dar lo que podemos, no estresarnos de más. Hay regalos más valiosos como el tiempo de calidad, el amor por otros que las personas pueden dar desinteresadamente, un regalo costoso no es el sinónimo de la felicidad’’ recalcó la especialista.
INFELICIDAD, UN DEFECTO
Por su parte, la psicoterapeuta conductual contextual, Lisette Angulo, compartió un documento sobre la “Navidad Idealizada”, en el que señala que la sociedad está obsesionada con la felicidad y aclaró que la mente moderna se mantiene alerta al rechazo y las emociones negativas.
“Vivimos en una cultura del bienestar, en una cultura totalmente obsesionada con encontrar la felicidad. ¿Qué es lo que la sociedad espera que hagamos? Que eliminemos los sentimientos negativos y que acumulemos sentimientos positivo”, señala el ensayo escrito por la especialista.
También señala que la acumulación de sentimientos positivos es una ilusión, ya que “tenemos mucho menos control sobre nuestros pensamientos y emociones de lo que nos gustaría, pero sí tenemos una enorme capacidad de control sobre nuestros actos. Actuando es como se crea una vida rica, plena y llena de sentido”, recalcó.