El Reino Unido celebra la caída del régimen de Bashar Al-Assad en Siria tras una fulgurante ofensiva de rebeldes islamistas. El primer ministro británico, Keir Starmer, urgió este domingo a restablecer la paz y la estabilidad en el país árabe. Starmer destacó la importancia de una solución política para garantizar un futuro pacífico en Siria.
“El pueblo de Siria sufrió bajo el régimen salvaje de Assad durante demasiado tiempo”, expresó Starmer. “Nos congratula su marcha, pero nuestro objetivo es asegurar una paz duradera”, agregó. El primer ministro también subrayó la necesidad de protección para los civiles y las minorías.
Este fin de semana, el grupo rebelde Hayat Tahrir al Sham (HTS), que domina áreas del norte de Siria, anunció en Telegram la caída de la capital Damasco. La noticia, inesperada, dejó una gran incertidumbre sobre el futuro del país. Tras la ofensiva, se rumorea que el presidente Bashar Al-Assad podría haberse exiliado, posiblemente a Rusia.
La caída de Al-Assad marca un cambio histórico para Siria, que no vivía una situación de paz desde hace 14 años. En tan solo 11 días, los insurgentes tomaron control de varias ciudades clave, incluidas Alepo, Homs, Hama y Damasco. Este rápido avance sorprendió a la comunidad internacional.
Aunque algunos analistas sugieren que los rebeldes recibieron apoyo de naciones extranjeras, no se ha confirmado ninguna intervención oficial. Los expertos esperan que los portavoces rebeldes emitan una declaración sobre el futuro político de Siria en las próximas horas.
En conclusión, el Reino Unido celebra este nuevo capítulo en Siria pero resalta la urgencia de garantizar que la paz sea una prioridad internacional. Los ojos del mundo siguen atentos al destino de esta nación del Medio Oriente.