El expresidente Donald Trump, próximo a asumir el cargo, ha anunciado su intención de implementar la "operación de deportación más grande" en la historia de Estados Unidos. Según medios como NBC, su administración busca rescindir una normativa de 2011 que protege a inmigrantes de ser arrestados en lugares como escuelas, hospitales, iglesias y otros espacios sensibles.
Esta normativa, diseñada para balancear la aplicación de la ley migratoria con consideraciones humanitarias, actualmente requiere que los agentes de ICE obtengan autorización superior antes de realizar arrestos en dichos lugares. Su eliminación ampliaría significativamente la autoridad del ICE, permitiendo arrestos sin supervisión adicional.
Impacto en las comunidades vulnerables
Defensores de los derechos humanos, como Lee Gelernt de la ACLU, han advertido que el cambio podría disuadir a los inmigrantes de buscar servicios médicos o educativos esenciales. Además, líderes religiosos temen que la autorización para realizar arrestos en iglesias y lugares de culto incremente la violencia.
Datos de 2019 indican que al menos 46 inmigrantes se refugiaron en iglesias en 15 estados, buscando protección de las autoridades migratorias. Este cambio en la política podría poner en riesgo directo a quienes recurren a estos espacios como último recurso.
Presión sobre Biden y nueva dirección del FBI
Mientras Trump avanza con sus planes, Joe Biden enfrenta presiones por parte de legisladores demócratas para fortalecer protecciones como el TPS y agilizar renovaciones del programa DACA antes de que el republicano tome el poder.
En otro frente, el director del FBI, Christopher Wray, anunció su dimisión efectiva en enero, argumentando su deseo de evitar más controversias bajo la nueva administración. Trump ya ha nominado a Kash Patel, un leal aliado, como su reemplazo, quien apoya teorías sobre un supuesto "estado profundo" anti-Trump.