XAVIER GUTIÉRREZ

La tarea que espera al gobernador Sergio Salomón al concluir su gobierno no es un paseo por las nubes.

El Instituto Nacional de Migración no es una instancia burocrática cualquiera.

Es un área de operación de suma importancia bajo la estructura de la Secretaría de Gobernación. Pero en la práctica es una especie de brazo supervisor y ejecutor de todos los movimientos migratorios del país.

Su tarea ha estado en el centro del huracán en los años recientes. Basicamente  por dos razones: porque ha aumentado el flujo migratorio ilegal en México. Y  porque el gobierno estadunidense tiene la mira puesta en el cruce de fronteras y destino de millones de extranjeros que pasan por México.

Por eso, en el pasado reciente el INM es considerado “ una institución descompuesta, con un perfil policiaco, infiltrada por el crimen organizado, opaca y burocrática, favorece la ilegalidad y la corrupción y tolera los abusos de los servidores públicos y la delincuencia.”

Para efectos prácticos, esa es la etiqueta que tiene ante la sociedad mexicana y el extranjero esa dependencia, hoy situada en el centro del torbellino por las políticas que en la materia anuncia Donald Trump.

Dos fronteras marcan las delicadas funciones de esa institución: por el sur como puerta de entrada de oleadas de migrantes centro y sudamericanos, principalmente, pero en realidad por viajeros de los sitios más recónditos del planeta.

Y por el norte porque es, para los miles de aventureros, la puerta hacia el paraíso, los Estados Unidos.

Las masas anhelantes de conquistar el sueño  americano son heterogéneas. Lo mismo hay multitudes  de mayores y niños acuciados por la miseria, el acoso y las bandas delincuenciales, que aventureros  sin meta, delincuentes disfrazados, explotadores de este filón de marginados y explotados sin patria al amparo del sol de cada día.

Uno de los ángulos más dramático y peligroso de este movimiento poblacional  intermitente que cruza el país como marabunta, es el papel que sobre ellos juega el crimen organizado.

Las bandas que explotan a estos olvidados de la tierra tienen muchas caras y cadenas inimaginables de cómplices.

Los mismo están los grandes cárteles traficantes de seres humanos, que autoridades policiacas federales, estatales y municipales,  elementos del ejército, presidentes municipales y oportunistas a la cacería de todo.

En  este gigantesco  escondrijo mutante de víctimas sucede de todo lo que la imaginación crea.

Cualquier día, una voz real o supuesta de militares de alto rango, ordena o pide a un funcionario de migración o alcalde, que desaparezca un par de horas para no estorbar el paso de un convoy de tráileres que llevan a cientos de migrantes.

Hacerse “de la vista gorda” una o dos horas reditúa de cien mil a trescientos mil pesos a cualquiera de estos “guardianes” del camino. Esas sumas se reparten como cascada en los distintos niveles de autoridad o control. Y esto sucede todo el tiempo.

Otra voz de la delincuencia anónima ordena liberar de las cárceles clandestinas que hay en una especie de aduanas estatales, a cientos de detenidos de múltiples nacionalidades. Ese “favor” se paga con enorme generosidad. Los cañonazos en dólares o billete mexicano doblan a mandos menores como si fueran de chicle.

Por todo esto, el cobro de los “polleros” a los migrantes alcanza niveles celestiales. El negocio es desproporcionado.

Este tipo de informes o testimonios circula en la prensa, en la literatura , pero se nutre de ese fenómeno real que tiene como escenario al país y como capicúa las fronteras sur y norte.

Todo esto ahora, está en los binoculares del entrante presidente de los Estados Unidos, un dictador en ciernes que llega al poder máximo por los extraños y torcidos caminos de la democracia made in USA. No olvidar: Hitler también llegó al poder por los caminos partidarios y democráticos.

Y en este caprichoso cuanto candente rompecabezas, pieza clave de la geopolítica en América del Norte, estará nada mas y nada menos que el hoy aún gobernador Sergio Salomón.

Una papa caliente sin la menor duda. Que la ventura lo acompañe…

ALFORJA.

Curiosos caminos y puertas se abren de modo sorpresivo en las vidas de los hombres públicos del país. Los vínculos, los parentescos, los nexos familiares de mínima o máxima proximidad se presentan y así, de modo insospechado, se convierten en elementos a considerar en el cruce de caminos.

Viene esto a cuento porque nos comentan que la reciente visita del multimillonario mexicano don Carlos Slim a Puebla, dejó en la interpretación de más de uno el vínculo que se ha establecido con el gobernador Sergio Salomón, y más aún, un enlace de parentesco de segundo nivel con el mismo Pepe Chedraui. Eso se cuenta…

xgt49@yahoo.com.mx

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