PABLO RUIZ

Lo ocurrido en la Vía Atlixcáyotl con el asalto masivo a automovilistas, mediante el uso de ponchallantas y piedras en el asfalto, fue noticia “importante” porque sucedió en la zona “fifí”.

Pero estos asaltos en la carreteras poblanas y vías de acceso a la zona metropolitana de la ciudad de Puebla y en las carreteras estatales y federales, son delitos de todos los días.

En las carreteras federales en los tramos de las vías Puebla-Amozoc-Tepeaca-Cuapiaxtla-Acatzingo-El Seco-Ciudad Serdán-Esperanza, por ejemplo, son muy recurrentes los asaltos con violencia, robo de vehículos particulares y al transporte de carga.

En los diferentes puntos de estas carreteras federales, estatales e intermunicipales, los delincuentes no se molestan en usar ponchallantas o colocar piedras para obligar a los conductores a hacer alto total, instalan retenes con uniforme y patrullas clonadas de la SSP o GN.

En esa región, como otras en el estado, son muy comunes los crímenes a las personas que se resisten a los asaltos, así como el robo de vehículos automotores, despojos con violencia extrema. 

La delincuencia no solo opera en esos tramos carreteros, en la autopista de cuota de la México-Puebla, son “focos rojos” por la presencia de la delincuencia en los tramos conocidos de San Martín Texmelucan, San Matías Tlalancaleca y Santa María Moyotzingo.

En caso particular de las carreteras de cuota privatizadas mediante concesión a empresas particulares, llama la atención -por omisa- que la encargada del organismo Carreteras de Cuota, Norma Layón, sólo por este asalto masivo a automovilistas se percató de la falta de garantía de vigilancia por parte de la empresa concesionaria, lo que pone de manifiesto las omisiones.

Para la expresidenta de San Martín Texmelucan es normal la incidencia de robos y asaltos en automovilistas y al transporte de carga, porque durante su gestión en el ayuntamiento imperó la inseguridad porque los delincuentes gozaban de protección e impunidad.

En la carretera de cuota concesionada, tanto en la Vía Atlixcáyotl, la Amozoc-Perote o la Siglo XXI, los usuarios se juegan la vida porque no existe ninguna vigilancia de las empresas concesionarias.

Son empresas consentidas de los gobiernos que se hacen de las concesiones, sólo cobran con las vías carreteras construidas con recursos públicos, pero no invierten un solo peso a favor de los usuarios, ni en la seguridad vial ni contra la delincuencia.

El anuncio estridente de Norma Layón de aplicar multas a la empresa concesionaria de la Vía Atlixcáyotl, además de risible, es una burla para los usuarios de esa ruta metropolitana.

Las carreteras de cuota, federales, estatales e intermunicipales en el territorio poblano están “concesionadas” a grupos de la delincuencia organizada y del fuero común, por la omisión y comisión de malos funcionarios en los tres órdenes de gobierno.

Militarizar las corporaciones policiales con elementos de la Marina empieza a no ser una buena decisión porque no conocen la entidad y en la curva de aprendizaje se han dedicado a acomodar a novias, novios, amigos y familiares en los diversos cargos de las corporaciones de Seguridad Pública del estado y en los municipios.

Los poblanos esperan resultados en materia de seguridad pública, principalmente contra los delitos de alto impacto del crimen organizado.

Empero, los militares de la Marina no pueden ni con ladronzuelos de medio pelo que usan ponchallantas de la Vía Atlixcáyotl, lo que demuestra la falta de elemental estrategia en la materia de seguridad pública.

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