Puebla se vio marcada por manifestaciones simultáneas de dos colectivos: los payasitos de la organización Urban Clown y los bodegueros de la Central de Abasto. Ambas marchas convergieron en El Gallito con el objetivo de avanzar hacia el zócalo de la ciudad para exigir condiciones más dignas para trabajar.
Por un lado, los payasos solicitaron al Ayuntamiento de José Chedraui Budib un espacio para desarrollar su labor sin ser hostigados por las autoridades municipales. Los manifestantes denunciaron la constante presión para que se alejaran del primer cuadro de la ciudad, limitando sus opciones para ganarse la vida.
En paralelo, los bodegueros de la Central de Abasto se unieron a la protesta exigiendo mayor seguridad. La razón de su protesta se originó tras el asesinato de una mujer bodeguera en un asalto dentro del lugar.
La manifestación causó caos en el tránsito de la ciudad, principalmente en la 11 Norte-Sur y la Avenida Reforma. Las marchas afectaron el paso de vehículos particulares y, especialmente, interrumpieron el servicio de la Línea 2 de RUTA, ya que la estación Mercado de Sabores tuvo que cerrar.
Ambos grupos reclamaron acciones concretas por parte del municipio para garantizar su bienestar laboral y personal. La seguridad y la creación de espacios dignos para los trabajadores son las demandas centrales que unifican a los manifestantes, quienes esperan una pronta respuesta de las autoridades locales.