El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido recortar su tasa de interés en 25 puntos básicos, colocándola en un 2.75%. Esta medida busca apoyar la actividad económica en la zona del euro, que enfrenta un panorama de crecimiento débil.
Este es el quinto recorte consecutivo desde junio y sigue las expectativas de la mayoría de los economistas, quienes veían este ajuste como necesario para aliviar las tensiones económicas. La tasa de depósitos, que influye en la concesión de créditos, se encuentra ahora en niveles más bajos, lo que podría facilitar el acceso a financiamiento.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, comentó que la entidad continuará con los recortes, aunque no estableció plazos específicos. El BCE sigue siendo cauteloso, ya que considera que las tasas actuales siguen siendo "restrictivas" para la economía de la eurozona.
En sus declaraciones, Lagarde afirmó que aún no es el momento adecuado para determinar cuándo se detendrán los recortes. "Estamos lejos de estar en un nivel neutro para el crecimiento", dijo, sugiriendo que el ciclo de tasas aún no ha llegado a su fin.
El BCE dio por superado el proceso de subidas de tasas de interés de 2023, que fueron implementadas para contrarrestar los efectos de la alta inflación derivada del aumento de los precios de la energía y la recuperación posterior al COVID-19. La entidad confía en que el proceso de desinflación va por buen camino en la región.