El New York Times (NYT) respondió a los señalamientos del Gobierno de México sobre un reportaje que mostró condiciones de fabricación de fentanilo ilícito en el país, en el que se sugería que este opioide se producía de manera improvisada en condiciones de alto riesgo.
En su respuesta a través de X (@NYTimesPR), el diario estadounidense reafirmó que la síntesis de fentanilo ilícito en México bajo condiciones improvisadas, como las vistas en su reportaje, “está bien establecida”, y respaldó la veracidad de los textos publicados sobre la producción de fentanilo en el país.
El Gobierno de México, representado por Alejandro Svarch, director de IMSS-Bienestar, había declarado previamente que no era posible fabricar fentanilo como se muestra en el reportaje, y que no existía un fenómeno fisiológico conocido como tolerancia letal a la toxicidad relacionado con la droga.
Gobierno señala que se requiere un laboratorio especializado para fabricar fentanilo
Durante la mañanera de este jueves, Svarch Pérez aclaró que la fabricación del opioide sintético no puede ocurrir en condiciones improvisadas, como las descritas en el reportaje sobre un laboratorio en Culiacán, donde los presuntos fabricantes usaban cubrebocas, pasamontañas y guantes de látex para manejar los químicos. En su lugar, para fabricar fentanilo, se requiere de laboratorios especializados que cuenten con equipos y sistemas de ventilación controlados, para asegurar la seguridad de quienes trabajan con el producto, el cual es 50 veces más potente que la heroína.
El director del IMSS-Bienestar explicó que la exposición al fentanilo, incluso en cantidades mínimas como 4 o 5 granos de sal, puede ser letal si se inhala o entra en contacto con las mucosas. Por este motivo, subrayó que es necesario contar con un entorno controlado para evitar riesgos de intoxicación.
Riesgos de sobredosis durante la fabricación del fentanilo
En el mismo sentido, Armida Zúñiga Pérez, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), detalló que debido a la potencia extrema del fentanilo, errores en el proceso de fabricación—como en el pesaje, la dilución o la mezcla—pueden aumentar significativamente el riesgo de sobredosis, afectando tanto a quienes producen el opioide como a quienes lo consumen.