La Liga Mexicana de Baloncesto Profesional Femenil (LMBPF) inicia su temporada 2025 con la incorporación de tres nuevas franquicias: Penguins de CDMX, Dragonas de Toluca y Universidad Modelo de Mérida. Sin embargo, el campeonato enfrenta retos financieros y logísticos para consolidarse como una liga rentable.
Bajo el nombre “La Liga de México”, la competencia creada en 2014 busca visibilizarse en más regiones del país y atraer patrocinadores. Arturo Flores, presidente de la LMBPF, señaló que, a pesar de su primera década de historia, muchos equipos dependen de recursos propios o apoyos gubernamentales inestables, lo que ha limitado el crecimiento de la liga.
Con la inclusión de Mérida como nueva sede, se abre una oportunidad para expandir el baloncesto femenino a zonas no exploradas. Sin embargo, esto también implica desafíos logísticos y económicos, como los costos de traslado de equipos al sureste mexicano, reconoció Flores.
A diferencia de otras competencias, como la Liga Nacional de Baloncesto Profesional Femenil, que recibe apoyo mediático y financiero de grandes patrocinadores, la LMBPF mantiene su enfoque en el talento nacional y universitario, limitando la participación de jugadoras extranjeras. En 2024, la liga registró más de 130 atletas mexicanas y un equipo técnico compuesto exclusivamente por entrenadores nacionales.
Flores enfatizó que el objetivo es impulsar el desarrollo deportivo femenino y conectar con audiencias en Guanajuato, Zacatecas, Celaya y CDMX, entre otras sedes. Aunque la liga enfrenta claroscuros, busca consolidarse como un referente del baloncesto femenil en México.