El domingo, los palestinos salieron a las calles para celebrar el fin de una guerra de 15 meses. Mientras recorrían los escombros de sus hogares bombardeados, Hamás liberó a los tres primeros rehenes bajo el acuerdo de alto el fuego entre Israel y el grupo militante, poniendo fin a los combates en la Franja de Gaza.
En Tel Aviv, miles de israelíes vitorearon al ver en directo la liberación de las rehenes, tres mujeres identificadas como Romi Gonen, Doron Steinbrecher y Emily Damari. La multitud celebró mientras las mujeres subían a vehículos del Comité Internacional de la Cruz Roja. Según el Ejército israelí, las rehenes se encontraban en buen estado de salud.
El acuerdo, que entró en vigor tras un retraso de casi tres horas, exige el cese de los combates, la entrega de ayuda humanitaria y la liberación de 33 rehenes israelíes y extranjeros a cambio de cientos de prisioneros palestinos detenidos en cárceles israelíes. El primer grupo de prisioneros liberados incluirá a 69 mujeres y 21 adolescentes, según Hamás.
En Cisjordania, las expectativas crecen mientras autobuses esperan la liberación de prisioneros palestinos. En Gaza, la gente se abrió paso entre los escombros, algunos celebrando y otros visitando las tumbas de sus familiares. Aya, una mujer desplazada, expresó a Reuters: “Me siento viva de nuevo”, refiriéndose a la esperanza renovada tras meses de conflicto.
Mientras tanto, combatientes de Hamás cruzaron las calles de Jan Yunis entre vítores, mientras los policías de Hamás, en uniforme azul, comenzaron a patrullar zonas previamente evitadas por los ataques israelíes.