Tras una histórica victoria en primera ronda frente a la estadounidense Taylor Townsend, que puso nuevamente a México en el mapa del tenis después de 30 años, la mexicana Renata Zarazúa cayó en dos sets ante la italiana Jasmine Paolini en la segunda ronda del Abierto de Australia.

Zarazúa inició con fuerza, ganando el break en el primer juego y logrando un puntaje perfecto de 3/3 en esta área durante el partido. Sin embargo, la número 4 del ranking WTA, Paolini, demostró su experiencia y eficacia, dominando con marcadores finales que reflejaron su superioridad.

En estadísticas, la mexicana superó a Paolini en el porcentaje de primeros servicios, pero la italiana duplicó su efectividad en puntos de break y tuvo un 53% de éxito en los puntos ganados con su segundo servicio, frente al 42% de Zarazúa. Aunque por momentos el partido fue parejo, especialmente en rallys largos, la trayectoria de Paolini en torneos de alto nivel, como sus finales en el Abierto de Francia y Wimbledon, fue decisiva.

Pese a su derrota, Zarazúa cerró su participación en el torneo con una mejora en el ranking WTA, alcanzando la posición número 70, y sumó su tercera victoria en Grand Slams. La mexicana también tuvo un desempeño destacado en el reciente Torneo de Hobart, donde llegó a octavos de final.

Por su parte, Paolini avanzó a la tercera ronda del torneo, donde enfrentará a la ucraniana Elina Svitólina. La italiana llega con una sólida trayectoria, que incluye el título en dobles del Torneo de Pekín 2024, cuartos de final en el Torneo de Wuhan, y una medalla de oro olímpica en dobles en París 2024.

El desempeño de Zarazúa deja en alto el nombre de México y refuerza su posición como una de las tenistas más prometedoras del país.

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