En una intervención transmitida por videoconferencia desde la Casa Blanca al Foro Económico Mundial de Davos, el presidente estadounidense Donald Trump criticó a Canadá, instándolos a unirse como un estado estadounidense, y destacó avances en las negociaciones con México.
“Con México estamos acordando... creo que vamos muy bien”, declaró Trump, mientras señalaba que Canadá no tiene respeto por Estados Unidos. “No los necesitamos para fabricar nuestros autos, ni para su madera; tenemos nuestros propios recursos: bosques, gas y petróleo. Tenemos más que nadie”, afirmó.
El mandatario también exhortó a los empresarios reunidos en Davos a producir en Estados Unidos, advirtiendo que, de no hacerlo, enfrentarán aranceles. "Mi mensaje es simple: vengan a fabricar sus productos en Estados Unidos y se beneficiarán de unos impuestos entre los más bajos del mundo", afirmó.
Contexto económico y geopolítico
Según Luis Miguel Pérez Juárez, experto en negociación internacional del Tec de Monterrey, aunque la economía de Estados Unidos es poderosa, depende de mercados clave en Europa, Asia y América del Sur. “Estas políticas podrían generar problemas en el largo plazo”, señaló el académico, recomendando una actitud constructiva en las respuestas de otros países.
En el mismo foro, Trump expresó su intención de influir en los precios globales del petróleo, instando a Arabia Saudita y a la OPEP a reducir los precios del crudo. Además, sugirió que frenar la guerra entre Rusia y Ucrania podría estabilizar los costos de los combustibles.
La intervención de Trump, marcada por su énfasis en políticas proteccionistas y sus críticas al comercio internacional, atrajo una gran audiencia en Davos, donde sus declaraciones generaron expectativa y controversia.