En un hecho sin precedentes, Donald Trump fue sentenciado este viernes por el caso relacionado con la exactriz de cine para adultos Stormy Daniels. Aunque la sentencia no implica cárcel, multa ni libertad condicional, convierte al presidente electo en el primer delincuente convicto en llegar a la Casa Blanca.

El juez del Tribunal de Distrito de Manhattan, Juan Merchan, dictó una sentencia simbólica, indicando que se trata de un "descargo incondicional" que mantiene la culpabilidad pero sin penas adicionales, asegurando que no interfiere con las funciones del cargo presidencial. Trump, de 78 años, asistió virtualmente a la audiencia desde Florida junto a su equipo legal.

El caso se remonta a 2016, cuando un jurado popular encontró a Trump culpable de 34 cargos de falsificación contable por encubrir el pago de 130 mil dólares a Stormy Daniels para silenciar una presunta relación extramarital.

Trump rechaza la sentencia y critica el sistema judicial

El presidente electo calificó el proceso como una "vergüenza" y alegó que fue diseñado para dañar su reputación durante la campaña electoral. "El juicio se hizo para que perdiera las elecciones, y obviamente eso no funcionó", afirmó.

El caso es uno de los cuatro procesos judiciales abiertos contra Trump, pero el único que lo llevó al banquillo de los acusados. Los demás, relacionados con la manipulación de resultados electorales de 2020 y la retención de documentos clasificados, han sido suspendidos tras su elección.

Reacciones y controversias

El fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, enfatizó que el veredicto del jurado debe ser respetado y criticó a Trump por intentar desacreditar el proceso judicial. Por su parte, los abogados del presidente electo argumentaron que la inmunidad presidencial debería extenderse también a un mandatario electo para evitar un daño institucional.

En paralelo, el fallo de la Corte Suprema, que rechazó un recurso de urgencia para impedir la sentencia, marcó un revés significativo para Trump. La revelación de una conversación telefónica entre Trump y el juez conservador Samuel Alito generó preocupaciones sobre una posible influencia indebida en la máxima autoridad judicial del país.

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