A pocos días de regresar a la Casa Blanca, Donald Trump conversó por teléfono con el presidente chino, Xi Jinping, comprometiéndose a trabajar juntos para mejorar las relaciones bilaterales. La charla abordó temas clave como el comercio, el fentanilo y la situación de TikTok, la popular red social bajo amenaza de prohibición en Estados Unidos.
Xi expresó su deseo de un "buen comienzo" en el vínculo con Trump, mientras que el mandatario estadounidense manifestó su intención de "resolver muchos problemas juntos, comenzando de inmediato".
La llamada se produce en un contexto complejo. En su campaña, Trump amenazó con imponer un arancel adicional del 10% a los productos chinos, alegando que Pekín facilita el tráfico de componentes químicos utilizados en la producción de fentanilo, una droga que causa 70 mil muertes por sobredosis al año en Estados Unidos.
En cuanto a TikTok, el Congreso aprobó en 2024 una ley que obliga a ByteDance, su propietario chino, a vender la plataforma o cerrarla antes del domingo por motivos de seguridad nacional. Sin embargo, Trump ha prometido salvar la red social, una medida que podría retrasar la aplicación de la ley.
La conversación también reflejó tensiones en temas diplomáticos. Esta semana, Pekín criticó al senador Marco Rubio, candidato de Trump a la Secretaría de Estado, por llamar a China el "adversario casi más peligroso" de Washington. Por su parte, Xi reiteró la disposición de su gobierno a dialogar y ampliar la cooperación, advirtiendo que una guerra comercial "no tendría ganadores".
El presidente saliente, Joe Biden, destacó en su discurso de despedida que, aunque la relación entre ambos países fue compleja, nunca derivó en un conflicto directo.