Ucrania ha decidido suspender el tránsito de gas ruso a través de su territorio, lo que marca el fin de un acuerdo de larga data, incluso después de la invasión rusa de 2022. La medida, calificada como “histórica” por el gobierno ucraniano, aumenta las tensiones en Europa del Este, donde Moldavia ha declarado un estado de emergencia y Eslovaquia amenazó con represalias contra Kiev.
Impacto en Europa y crisis energética
Desde 1991, el gas ruso fluyó hacia Europa a través de Ucrania. El contrato de transporte de gas expiró el 1 de enero de 2025, dejando a muchos países del este de Europa en una situación crítica, pues algunos dependen en gran medida del suministro ruso. Aunque Europa busca reducir la dependencia del gas ruso desde 2022, Moldavia es uno de los países más afectados, enfrentando tanto una crisis energética como tensiones separatistas.
Reacciones internacionales y consecuencias
El ministro de Energía ucraniano, Guerman Galushchenko, expresó que Rusia perderá mercados y sufrirá pérdidas financieras debido a esta suspensión. El presidente Zelenski celebró el corte del gas como “una de las mayores derrotas de Moscú”. Mientras tanto, los suministros rusos se redirigirán a través de gasoductos submarinos y cisternas de gas natural licuado.
Moldavia y Eslovaquia responden al corte de gas
Moldavia acusa a Rusia de realizar chantaje energético, afectando el suministro de electricidad, especialmente en la región separatista de Transnistria. Por su parte, Eslovaquia ha amenazado con cortar el suministro eléctrico a Ucrania, tras una reunión del primer ministro Robert Fico con Vladimir Putin.