La autopista Puebla-Orizaba ha sido identificada como una de las carreteras más peligrosas de México, según denuncias del gremio de transporte de carga pesada. La zona de las Cumbres de Maltrata es especialmente crítica, ya que la delincuencia organizada actúa con total impunidad, afectando constantemente a los operadores de vehículos pesados.
Un ejemplo reciente de la creciente inseguridad se registró el pasado viernes 21 de febrero, cuando un convoy de cuatro tráileres fue emboscado por un grupo armado en La Estancia, un área conocida por falsos retenes de vigilancia. Los delincuentes, armados con equipo táctico, simularon un control de seguridad para interceptar y robar las unidades.
Gracias a las cámaras de seguridad instaladas en las unidades, se pudo capturar en video el momento del asalto, donde tres de los camiones lograron evadir el falso retén, pero uno fue detenido por los delincuentes, quienes obligaron al conductor a bajar bajo amenaza. A pesar del intento de robar el vehículo, la unidad quedó atascada, impidiendo su salida.
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Además de los riesgos para los conductores, los transportistas enfrentan altos costos derivados de estos delitos, ya que las autoridades no permiten que los afectados recuperen sus unidades por su cuenta. Esto obliga a los transportistas a cubrir gastos adicionales por grúas y corralones, sin contar con la pérdida de la mercancía robada.
Este incidente resalta la necesidad urgente de mayor seguridad en las Cumbres de Maltrata, donde la inseguridad sigue creciendo sin una respuesta efectiva por parte de las autoridades.