El Papa Francisco, hospitalizado por una neumonía bilateral, pasó una buena noche y "descansa", informó el Vaticano la mañana del lunes. Su estado sigue siendo crítico, pero estable.

El pontífice, de 88 años, lleva once días internado y continúa recibiendo oxígeno a alto flujo. Según fuentes del Vaticano, puede levantarse y comer con normalidad, sin dolor, y mantiene un buen estado de ánimo.

Los médicos advirtieron que, aunque su anemia ha mejorado, su insuficiencia renal leve sigue bajo observación. Además, su estado se complicó con un ataque asmático prolongado el sábado, que requirió oxígeno adicional.

El doctor Abele Donati, especialista en cuidados intensivos, declaró que la insuficiencia renal podría ser signo de una sepsis en fase inicial. Esto aumentaría el riesgo de infección generalizada, lo que podría ser fatal.

En Roma y el resto del mundo, especialmente en Latinoamérica, se han organizado oraciones por la salud del Papa. La Plaza de San Pedro albergará una ceremonia de plegarias este lunes a las 20:00 horas, dirigida por el cardenal Pietro Parolin.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó en redes su deseo de una pronta recuperación para el pontífice, destacando su compromiso con los más necesitados.

Esta es la cuarta hospitalización del Papa desde 2021, lo que ha generado especulaciones sobre su capacidad para seguir liderando a los 1,400 millones de católicos en el mundo.

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