Durante la primera quincena de febrero, la inflación de precios al consumidor creció un 0.15%, ubicándose en 3.74% a tasa anual, lo que representó un ligero rebote. Esta variación fue impulsada principalmente por el aumento en productos pecuarios como carne de res, pollo y huevo, además de algunos servicios, como alimentación, vivienda y universidad. Sin embargo, esta subida fue parcialmente compensada por la caída en los precios de frutas y verduras.
En cuanto a la inflación subyacente, esta se ubicó en 0.27% quincenal y a tasa anual alcanzó el 3.63%.
Un análisis de Bx+ destacó los riesgos de alza inflacionaria debido a la volatilidad de los mercados. En este contexto, se proyecta que el Banco de México tiene espacio para recalibrar con cautela su postura monetaria. Alejandro Saldaña, economista en jefe de Bx+, afirmó que la mayoría de la Junta de Gobierno parece inclinada a repetir un recorte en las tasas de 50 puntos base en marzo.
Por otro lado, al interior de la economía, la desaceleración en los precios de alimentos fue compensada por la presión en mercancías no alimenticias, que se aceleraron por sexta quincena consecutiva. En este sentido, la depreciación del peso y el incremento en la inflación de precios al productor son factores clave.
Además, los servicios educativos y otros distintos a vivienda y educación repuntaron, destacando un crecimiento superior al 6% desde finales de octubre.
Banamex proyecta que la inflación general continuará su tendencia a la baja y podría cerrar este año en 3.8%.