En los últimos seis años, en Puebla se han documentado 22 casos donde funcionarios públicos han sido víctimas de amenazas, ataques armados, atentados, secuestros y asesinatos.
De acuerdo con el reporte "Votar entre balas" de la organización Data Cívica, de estos casos uno fue por amenaza, uno por secuestro y uno más por atentado.
Por otra parte, cinco fueron víctimas de ataques armados y 14 más asesinados, todos ellos funcionarios públicos cuyo puesto no se precisa, pero abarca desde regidores hasta alcaldes y otros funcionarios de menor nivel.
La organización señala que Ajalpan, Puebla capital y Palmar de Bravo ocupan los primeros puestos con cuatro, tres y dos agresiones, respectivamente.
En tanto, Jolalpan, Tepeojuma, Atlixco, Huejotzingo, San Salvador El Verde, San Matías Tlalancaleca, San Pedro Cholula, Amozoc, Tepeaca, Chignautla y Teziutlán, con una agresión.
Cabe señalar que, en septiembre de 2024, el presidente municipal electo de San Felipe Xochiltepec, Enrique Rodríguez Cayetano, fue asesinado en un ataque directo, después de ganar los comicios del 2 de junio por el partido Fuerza por México.
En abril del 2018, José Efraín García García, presidente municipal de Santa Isabel Tlanepantla, fue asesinado a balazos cuando circulaba sobre la carretera estatal San Pablo Actipan-Tepeaca, donde fue interceptado por sujetos desconocidos.
SEXENIO INICIA CON CINCO ATENTADOS
El Gobierno estatal para el periodo 2024-2030 inició con al menos cinco atentados, tres de ellos contra policías municipales y dos contra presidentas municipales.
El primer caso se reportó en el municipio de Tilapa, donde José Antonio N, conocido como La Florecita, fue detenido por el asesinato de Ismael N, comandante de la Policía Municipal.
Dos casos más se reportaron en el municipio de Coronango, ubicado en la zona metropolitana de Puebla, donde dos agentes de seguridad pública fueron asesinados en cumplimiento de su deber, en diversas situaciones.
Finalmente, las alcaldesas de Tepeyahualco y Tulcingo del Valle fueron víctimas de un atentado, la primera con un arma de fuego y la otra por el presunto uso de bombas molotov para incendiar un vehículo de su propiedad.