Un conductor de autobús escolar en una zona rural de Pensilvania, Estados Unidos, fue suspendido después de que un cartel que prohibía hablar español dentro del vehículo se hiciera viral. El cartel decía en inglés: "¡Por respeto a los estudiantes que solo hablan inglés, NO se permitirá hablar español en este autobús!" y fue colocado en la parte frontal del autobús.
El cartel causó gran indignación en las redes sociales, lo que llevó a la empresa de transporte a investigar el incidente. El conductor fue suspendido mientras se lleva a cabo una investigación, según confirmaron funcionarios escolares y de la empresa encargada del transporte.
David Schrantz, vicepresidente de Rohrer Bus, la empresa encargada del transporte en el Distrito Escolar del Condado de Juniata, expresó que el cartel no había sido autorizado y que dicho comportamiento no reflejaba las políticas de la compañía. También aclaró que el conductor, cuyo nombre no se ha revelado, no está a cargo de la unidad mientras dure la investigación.
Este incidente ha generado controversia sobre la discriminación lingüística y el respeto a los derechos de los estudiantes que hablan español en un entorno educativo. A medida que las investigaciones continúan, la comunidad escolar se ha visto afectada por este acto, que resalta la importancia de la diversidad y el respeto por las diferentes lenguas en las instituciones educativas.
La empresa de transporte ha reafirmado su compromiso con la inclusión y el respeto hacia todos los estudiantes. Este caso resalta los desafíos que enfrentan muchas comunidades en cuanto al trato igualitario y el respeto por las diferentes lenguas y culturas.