"El patriarcado se va a caer, se va caer” fue una de las consignas que más se repitieron desde pasado el mediodía del 8M hasta la llegada de noche.

Con miles de mujeres acompañadas por sus mamás, sus hijas, hijos, amigos y hasta mascotas, se dieron cita en el simbólico Gallito del Paseo Bravo para marchar y gritar justicia, seguridad y exigir a la sociedad y al gobierno que no haya ni una asesinada y desaparecida más.

Dentro de los primeros bloques que marcharon estaba en que exige justicia por Cecilia Monzón. Caracterizadas por un girasol y fotos de Ceci, como era reconocida la activista, el contingente ocupó el segundo espacio de la mega marcha en donde se exigía justicia para la abogada y castigo para su feminicida, el político Javier N.

Así, integrantes de cerca de 20 colectivos, colectivas y ciudadanía en general marcharon por toda la avenida Reforma, haciendo una parada en la ex sede del Congreso del Estado, exaltando uno de los grandes logros que ha tenido el movimiento feminista: la despenalización del aborto en Puebla.

“La lucha es importante y si no hubiéramos salido a la calle no hubiéramos logrado la despenalización del aborto, lo logramos compañeras, pero seguimos aquí estamos para recordar a la autoridad todo lo que falta por hacer a favor de los derechos de las mujeres”, fue el mensaje que dieron afuera del inmueble en donde en julio de 2024 celebraron la despenalización del aborto.

Con pancartas en mano, con consignas, con enojo, con risas, con lágrimas, las mujeres lo mismo que iban en brazos, las de 3, 5, 7 años hasta las adultas mayores en sillas de rueda llegaron zócalo de la ciudad de Puebla en donde las esperaba una fuente de San Miguel con agua pintada de morado, rodeado de pancartas y donde ya les esperaba actividades culturales.

EL BLOQUE RADICAL

La marcha pacífica que se había tenía hasta el zócalo, bajó hasta el Bulevar 5 de Mayo en donde caminaron en sentido hacia la iglesia de San Francisco para dirigirse a la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos contra Violencia de Género, en donde el grupo liderado por integrantes de un bloque conocido como radical expresó su enojo con pintas en el inmueble.

Vestidas de negro y algunas con el rostro protegido, las mujeres comenzaron a gritar que la Policía no las cuidaba, al tiempo que rompían vidrios, pintaban las paredes con aerosol, colocaban fotos de sus agresores, deudores alimenticios y más.

Entre el saldo que se tuvo, se prendió fuego al interior de uno de las oficinas y, otro contingente, rompió vidrios y prendió fuego al Módulo de Información Turística del Palacio Municipal de Puebla, esto como parte de las consignas para exigir garantías a los derechos de las mujeres.

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