La escritora húngara Anna Sólyom regresa con su segunda novela, El perro que seguía las estrellas (VR Editorias), donde cuenta la emotiva historia de Roshi, un golden retriever que, tras perderse en un viaje de carretera, buscará volver con su dueña Ingrid. La desaparición del perro deja a Ingrid desamparada, mientras Roshi emprende una travesía llena de aprendizajes y encuentros inesperados.
En entrevista, Sólyom explicó que la historia está basada en un hecho real y que el nombre de Roshi proviene de la palabra japonesa "Laoshi", que significa maestro. La autora destacó que la figura de un maestro viajero es común en la cultura japonesa y que quiso reflejar ese simbolismo en su novela.
"La figura de un maestro que viaja es muy conocida en Japón y, también, creo que en todas nuestras culturas", comentó Sólyom desde su casa en Barcelona, donde reside actualmente.
La escritora nació en Budapest, vivió en Santiago de Chile y actualmente reside en España. Este bagaje cultural se refleja en la historia, que transcurre en Estados Unidos y combina elementos de la cultura japonesa y occidental.
"El perro que seguía las estrellas" también aborda temas de resiliencia y superación. Sólyom, quien es terapeuta psicosomática, explicó que quiso mostrar cómo los personajes enfrentan situaciones difíciles y encuentran fuerza en la ayuda mutua.
"Creo que somos más una comunidad que individuos, porque pertenecemos a nuestras familias, amigos y redes sociales. Sin esos lazos, no seríamos quienes somos", agregó la autora.
Sólyom también reflexionó sobre el papel de la literatura en la vida de las personas, destacando que es una herramienta para la creatividad y la transformación personal.
"Creo que cualquier persona puede escribir. La literatura nos ayuda a transformar quiénes somos a través de la lectura y la creación", concluyó la autora.